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El viernes, Javier Iglesias, presidente de la Diputación, aseguró que hacer Salamaq, la feria agropecuaria, era una obligación que la Diputación tenía con el ... campo; es más, yo diría que también era necesario por nuestra salud mental, de lo que podrían hablar mucho nuestros Ignacio Ferrer, Miriam Íscar, Inés Caballero, Santiago Sánchez, José Luis Villanueva, Nieves Prieto y otros siquiatras salmantinos, gremio que en los últimos tiempos ha crecido y se ha acreditado ante el gran público. Nuestras cabezas reclaman una normalidad, me dijo uno recientemente, que nos prometían las vacunas, la inmunidad de rebaño y el alivio hospitalario. Y cuando esto ya estaba ahí, el mal rollo entre el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, por sus ferias, entre otros asuntos, y el vice de la Junta, Francisco Iglesia, nos devuelve a todos a esa casilla de salida en la que es preciso ir con una silla al bar o al concierto, como en las quedadas de los vecinos al fresco. Podría exclamar aquello de qué hemos hecho, Igea, para merecer esto. Alberto Encinas, que es monologuista de Valladolid, comenzaba estos días sus monólogos por nuestros pueblos avisándonos de que es de Valladolid, sin duda la ciudad más “querida” de la Comunidad. Allí habitan Puente e Igea. Será una feria segura, nos dijo Iglesias, aunque lo importante es que “será”. Estamos a menos de una semana de su inauguración por el ministro José Luis Planas, que atesoró sus conocimientos agropecuarios en la Junta de Andalucía, porque él es inspector de Trabajo y diplomático, curtido en Europa, donde se guisa la Política Agraria Común, de la que dependemos, y así se le recordará este viernes, en la apertura.

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lagacetadesalamanca Por salud mental