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Salamanca es una tierra pobre por dos razones: por el abandono sistemático al que se nos ha sometido desde el franquismo —hoy dudo que en ... Madrid alguien sepa ni donde estamos—, y por los propios salmantinos, unos harapientos con ínfulas de señoritos. Y como a perro flaco todo se le vuelven pulgas, aquí estamos, aún más machacados si cabe por la (indi)gestión de la crisis del coronavirus. Tengo la sensación que a nadie, ni a nuestros propios “representantes” políticos, le importa si vivimos o morimos, o si esta crisis acabará llevándonos por delante, como así parece. Pero por qué, me pregunto.

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lagacetadesalamanca ¿Por qué nos arruinan?