Borrar

El patio de La Salina, perimetrado por nobles en escorzo, que rechazaron alojar a la amante del arzobispo Fonseca, la “Salina”, según la leyenda perseguida ... siempre por los precisos historiadores, se ha convertido en Olimpo poético con figuras culturales cuyas obras vienen a ser “llave dorada de la sabiduría”, ha dicho Román Álvarez. Hablo de Bretón, Matilde Cherner, Fray Luis de León, Torrente, Sorolla, Tirso, Jovellanos, Cervantes, de Colinas y Siles, Martín Gaite, Lope, González Iglesias, Unamuno... , que pisaron –y pisan—las calles, patios y plazas salmantinas en algún momento, como Emilio Rodríguez, al que traté en sus tiempos de radio, que protagoniza el recién presentado número 65 de “Papeles del martes”, hecho de versos. Ha calcado Florencio Maíllo el gesto de Emilio y los perfiles de los autores que ocupan el patio renacentista que fue, en otro tiempo, depósito de sal. Al final los historiadores iluminan las sombras. La exposición, inaugurada hace unos días, tiene la virtud de recordarnos que además de piedras talladas con maestría este es un territorio de fenómenos culturales, que dieron alma a esas piedras a la vez que recibían su inspiración.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Sigues a Santiago Juanes. Gestiona tus autores en Mis intereses.

Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lagacetadesalamanca Plazas y patios