Secciones
Destacamos
LO peor de la convocatoria de elecciones anticipadas en Castilla y León a la que nos empuja Mañueco no es que sean inoportunas e irresponsables ... como ha declarado nuestro ayuntamiento en pleno con la disciplinada excepción del PP, sino que en realidad no las ha convocado Mañueco sino Casado, con todo lo que eso tiene de desprecio hacia nuestra tierra. Castilla y León vuelve a ofrecerle las piezas de ajedrez con las que lanzan sus apuestas los líderes nacionales en la persecución de sus propios intereses, sin importarles un pimiento lo que conviene o no a los castellanoleones. Natural, por tanto, que en lugar de referirse a nuestros problemas, el PP salga con el slogan de combatir el sanchismo y se siga refiriendo tan cansinamente al gobierno frankestein en vez de a los problemas reales de la comunidad.
Eufóricamente confiado en los sondeos que se barajan, Casado trata de demostrarnos que a pesar de haber perdido todas las elecciones, sigue siendo el indiscutible líder de un partido que nunca ha confiado en él y que tiene otros líderes que para bien (Núñez Feijóo) o para mal (Díaz Ayuso), que hoy por hoy tienen más capacidad de seducción. “Os acabo de demostrar con estas elecciones en Castilla y León, que Feijóo y Ayuso no son tan especiales sino que nuestro partido liderado por un menda es invencible”. Es el mensaje que le gustaría mandar por whatsapp el próximo 14 de febrero a todos.
Y es curioso que Igea, desde su destitución, esté tan alteradísimo con su ex amigo íntimo, Alfonso, lanzándole constantemente dardos envenenados. Él mejor que nadie debería saber que en realidad Mañueco ni pincha ni corta y que la puñalada por la espalda que a traición le ha propinado solo es el ejercicio obediente y sumiso que le imponen desde los despachos de la sede central. En definitiva, él hizo lo mismo, traicionar, cuando así se lo impuso Arrimadas, a pesar de que su cuerpo como pregonó mil veces, le pedía otra cosa pensando en favorecer los intereses de Castilla y León.
Más le valdría por tanto, darle un buen abrazo y solidarizarse. También él, como ahora es Mañueco, fue un títere manejado por los hilos en este teatro de marionetas que es la política donde lo que menos importa son los intereses de los castellanoleones.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Sigues a Juan Mari Montes. Gestiona tus autores en Mis intereses.
Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.
Reporta un error en esta noticia
Necesitas ser suscriptor para poder votar.