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Y ahora viene la RAE y nos da permiso para poner la tilde en “sólo”. Porque antes nos dijeron que no, que atrás, que no ... la pusiéramos. Y yo, que sólo me dedico a escribir (que no es lo mismo a decir que escribo solo), pues les hice caso. Más que nada para que nadie me sacara los colores, para que no me señalaran con el dedo por la calle por haber metido una falta, por ejemplo, en esta ventana en la que me asomo. Que me pasó, que ya le pegué una patada a la RAE en toda su sustancia y metí aquí una falta que era para mandarme a galeras. Pues eso, yo obediente dejé de poner esa tilde, aunque en mi mente la echaba de menos. Cuántas cosas echamos de menos en silencio y no nos atrevemos a confesarlo.
Pero todo esto me ha llevado a pensar en algunas palabras que, de repente, se han puesto de moda. Que las veo en todos lados, que me persiguen, que me dan los buenos días y las buenas noches. Son palabras en boca de muchos, pero que, creo, muchos no saben lo que significan. Las palabras tienen mucho poder. Yo lo sospechaba, pero Naty, Maïder e Isabel me lo han dejado muy claro últimamente. Han puesto los puntos sobre las íes. Y las tildes, claro. ¿Cuántas veces al día oyes la palabra procrastinar? Muchas ¿Y bien dicha? Fijo que menos. Porque la palabrita se las trae, parece inventada con mala idea para hacernos esguince de lengua. Yo siempre que pienso en decirla, acabo diciendo “dejar para mañana”, que es más fácil de pronunciar, más fácil de entender y me hace quedar mucho menos pedante.
Qué manía de dárnoslas de cultos. Siempre he pensado que los más listos son los que son capaces de explicar todo de una forma sencilla y directa. Que lo entienda un niño. Pero oye, son cosas que tengo yo en la cabeza. ¿Y qué me dices de la palabra serendipia? Si la gente hasta se la tatúa. Vamos que creo que si pides que te tatúen la palabra serendipia y un signo del infinito, el tatuador te apunta en la agenda como un “lo de siempre”. Como Fer enseña y divierte (o eso pretendo) os diré que serendipia, según la RAE es un “hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual”. Como por ejemplo el descubrimiento de la penincilina (este ejemplo lo da la RAE, eh). Fijo que más de uno no sabe bien qué significa. Que lo asocian con esfuerzo, constancia, resistencia... Pues no, no va por ahí la cosa. Pero bueno si Podemos decir “persones”, pues que cada uno ya le dé a cada palabra el significado que quiera. Así va a ser mucho más fácil entendernos. (Ironía modo máximo).
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