Borrar

Pajaritos y pajarracos

Jueves, 30 de marzo 2023, 05:00

Agosto de 2016. En el oasis de un recinto climatizado tras una mañana infernal, contemplábamos asombrados al Hermes con el niño Dioniso del Arqueológico de ... Olimpia. 2.400 años, lunes arriba o abajo, y allí estaba, reinando, desnudo, en una sala de luz matizada en la que entró, del brazo de su hija, una mujer que también se ayudaba de un bastón. Pero como el niño que demuestra que ya sabe montar en bici, en un momento la anciana se soltó del brazo y empezó a caminar sola, hipnotizada, alrededor de la escultura. Con su bastón y su luto, con la sensación de no haber estado nunca allí, pero saberse el camino. Rodeó el Hermes colosal poquito a poco. Sin dejar de sonreír, pero de verdad: como quien cumple un sueño para el que han tenido que pasar de largo décadas. Arrojaba pequeñas admiraciones en un griego gutural. Se dio cuenta de que la observaba y me lanzó una mirada de inteligencia antes de salir, radiante. Alguna historia habría detrás, quizá feliz, quizá dramática. Aquello quedaba entre Praxíteles y ella.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Sigues a Paco Gómez. Gestiona tus autores en Mis intereses.

Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lagacetadesalamanca Pajaritos y pajarracos