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PASEANDO por esa inhóspita plaza pública llamada Twitter, el último día del año me encontré con un conocido personaje salmantino vomitando bilis. ‘Qué raro -me dije-, si todavía no han dado las campanadas...”. Pero Fernando Pablos debía estar aburrido en ese momento. El caso es ... que, en lugar de desear Feliz Año al personal, decidió despedir 2021 mintiendo como un bellaco. Hay gustos para todo.

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lagacetadesalamanca Pablismo o credibilidad