Otra chapuza del doctor

Ya en 2021, Pedro Sánchez anunció ahorros millonarios gracias a recortar los beneficios caídos del cielo a las eléctricas, una medida que quedó muy descafeinada por su efecto final y que obligó al propio Ejecutivo a recular con un nuevo decreto que enmendaba el anterior.

Tras el fiasco, el doctor Sánchez nos vendió el pasado mes de junio la “excepción ibérica” como si hubiera conquistado América, él solito y sin ninguna ayuda de nadie. La Comisión Europea aprobó definitivamente, después de mucha insistencia de la ministra más verde de todo el Ejecutivo social-comunista, la limitación del precio del gas con el objetivo de abaratar la energía. El Gobierno topó el gas como quien tiene la varita mágica, pero ni los consumidores ni los empresarios, especialmente aquellos que ya tienen una abultada facturación, han visto reducidos los números. Todo lo contrario.

El complejo hotelero “La Abadía de los Templarios”, en la localidad de La Alberca, ha pasado de pagar 16.897 euros en agosto del año pasado a los casi 56.000 de este mes que ha terminado. Con el agravante de que, además, ha consumido menos. Por no hablar de los hogares, donde una familia con un bono social paga 81,68 de luz, de los que 24,3 son de complemento por el tope del gas. Solo son dos ejemplos de lo que ha ocurrido y del espantoso ridículo que ha hecho el Gobierno de Pedro Sánchez con el tope del gas para bajar el recibo de la luz.

Expertos y compañías eléctricas lo estaban advirtiendo. Pero la prepotencia y la soberbia le impidieron a Sánchez admitirlo y mucho menos si se lo había dicho el jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, al que trata de menoscabar y despreciar todo lo que puede y un poco más. Se ve que el actual presidente del PP sí le está haciendo “pupa” en las encuestas. No como el imberbe de su colega Pablo Casado, que era como una bombona de oxígeno.

La osada vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que es la alumna aventajada del Consejo de Ministros, dijo incluso que se produciría un abaratamiento del 30 por ciento en el recibo. Que se lo pregunten a los hosteleros, que en estas mismas páginas denuncian con datos, no como Pedro Sánchez, lo que les ha subido la factura con sus conquistas europeas y las excepciones ibéricas.

Ayer, después de mucho pedirlo desde la oposición, el Consejo de Ministros aprobó la rebaja del IVA del gas al 5 por ciento. Pero solo hasta el 31 de diciembre, o sea que el señor de La Moncloa nos recomienda que la mayor parte del invierno, que si mal no recuerdo comienza el 21 de diciembre, pasemos un poquito de frío. Bueno, en esta tierra nuestras es muy probable que los médicos vuelvan a tratar muchos sabañones, que no se veían desde la época de nuestras abuelas. Ni siquiera podremos utilizar las bolsas de agua caliente para entrar en calor en la cama porque ni el gas ni la electricidad nos permitirán ese lujo. Tampoco podremos recurrir al carbón para utilizar el brasero de cama, que es con lo que se calentaban a mediados del siglo pasado los que tenían posibles para hacerlo. El carbón está mal visto por la ministra verde. Le tiene tanta manía como Garzón a las pobres vacas. Para este Gobierno todo contamina, excepto ellos que nos están contaminando de miseria y pobreza.