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No sé si es que me hago mayor, o directamente viejo, o que la cruda realidad que vivimos, parecida al plató de “El planeta de ... los simios”, me está afectando sobremanera, hasta el punto que carezco de un diagnóstico claro: ¿deprimido, angustiado, enojado, asustado... o todo junto? Creo más bien que son nubarrones de nostalgia y de miedo los que me acechan; nostalgia por el mundo definitivamente perdido en el abismo tecnológico, y miedo porque el futuro se limita a dentro de un rato. La semana pasada, sin ir más lejos, estuve a punto de comprarme un billete para México en junio, pero dejé pasar el ofertón de “Iberia”: junio me suena a una galaxia a años luz de viaje.
El siglo XXI, el tan soñado siglo XXI por los niños que llegamos a la Luna con Armstrong, Collins y Aldrin, sólo ha traído incertidumbre a nuestras vidas. ¡Qué gran palabra!: incetidumbre, tan directa como un bofetón de Cassius Clay, y tan suave como Dionne Warwick cantando “This Girl´s in Love With You”. Y aquí estamos, en plena pandemia de incertidumbre... sanitaria, política, económica, social, cultural, creativa... viviendo a salto de mata, en la jungla del desconcierto y con el ruido a modo de banda sonora.
Tengo miedo, sí, no me cuesta reconocerlo. Trato de buscar cada día motivos de esperanza, pero salvo el brillo del sol encuentro pocos y menos en un mundo de gente enmascarada. Y así, asustado como un conejo en el asfalto, me quedé tras ver “Nuevo Orden” en el cine -uno de los pocos y restringidos placeres que nos permiten-. Me sentí completamente abandonado en la acera de Torres Villarroel y tardé muchos minutos en volver a mí. Lo que había visto no era una película, era un mundo posible que, en algunos destellos, ya vivimos: la desolación y la ira a pleno pulmón; la pobreza y la violencia, la injusticia y la impotencia humanas. Pocos días después, el vandalismo en el Paseo de Gracia me recordó a la milla de oro de Ciudad de México, la Avenida Masaryk, saqueada en la película de Michel Franco. Más allá de mis miedos, mi esperanza es estar alerta.
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