Nuestro problema

Ayer, sin ir más lejos, LA GACETA informaba que el Ayuntamiento ha vuelto a abrir la licitación del Centro de Visitantes, que irá ubicado en la Fonda Veracruz y cuyas obras tendrán un presupuesto de casi un millón de euros. Este proyecto lleva dando tumbos... ¡desde el año 2001!, 21 años de nada, y para el que se barajaron cuatro o cinco ubicaciones hasta llegar a la Fonda, lo que habla de cómo hacemos la cosas: con ideas peregrinas, al buen tuntún y siempre con una pasmosa lentitud: nos vamos muriendo y todo sigue igual, salvo alguna rotonda más. Lo curioso es que los ciudadanos salmantinos, aceptamos esta falta de rigor y de agilidad políticas con una normalidad pasmosa. Estamos estúpidamente acomodados en un provincianismo recalcitrante.

Y luego están los proyectos en sí, siempre modas, ocurrencias y, todavía más grave, ocurrencias de otros, como rotondas, centros de interpretaciones de todo tipo, colecciones de mobiliario urbano, o estos centros de recepción de visitantes, que es algo que suena a desenjaule de ganado.

Entiendo que se hagan modernas cómodas, céntricas, bien dotadas y sobre todo bien atendidas oficinas de turismo, pero un centro de recepción me habla, insisto, de turistas expedidos al peso en busca de la rana y vuelta al bus.

Como entendería que se hicieran atractivos centros de descanso e información turística en las principales autovías bien de entrada a Castilla y León, bien de entrada a la provincia, y con los que se podría atraer a esos miles y miles de personas que, cada día, atraviesan nuestras tierras sin un estímulo que les invite a detenerse para visitarnos. Pero como decía mi mamá, cosas de Juan Carlos...