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Novatos y veteranos

Viernes, 10 de septiembre 2021, 05:00

SEPTIEMBRE huele a casi todo bueno, a lo nuevo, a lo que llega, al regreso a la (bendita) rutina, a la recuperación de la caña con pincho, a Feria, a libros, a pupitres de madera, a aulas y al inicio del curso (académico y político). ... Las calles de Salamanca recuperan este año parte de lo que perdieron el anterior como consecuencia de la maldita pandemia. Ese aroma de ciudad joven se desprende de forma intensa gracias a la llegada de miles de aspirantes a doctores, economistas, abogados, científicos o investigadores. Algo intrínseco a Salamanca desde hace siglos. Más de ocho, en concreto. Tiempo en el que la Universidad de Salamanca ha evolucionado, en ocasiones adelantándose a su tiempo, pero siempre siendo referencia no solo en la impartición de conocimiento, sino también de comportamiento de sus alumnos. Plazas universitarias que antes estaban destinadas únicamente a señores acomodados y que ahora albergan a estudiantes de toda clase social y condición. Los universitarios ya no esperan a orillas del Tormes al final de Semana Santa para recibir a las prostitutas que fueron desterradas de la ciudad al otro lado del río mientras se celebra la Cuaresma. Ni tampoco practican salvajes novatadas para dar la bienvenida a los nuevos alumnos.

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