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Estamos en esos días en los que todos los cielos del mundo cristiano se han hecho la misma noche de amor donde avistar la estrella. ... Aunque sepamos que hay que redondear con muchísima fe e imaginación los ojos para intentar comprender el misterio. Aunque advirtamos que la luz del mundo cada vez es más débil y lejana; tanto, que, para muchos, cualquier horizonte se sueña en un infinito hostil y solitario.

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lagacetadesalamanca No es solo cosa de niños