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No sé si han visto la película “Criminal”, del israelí Ariel Vromen, con Kevin Costner de protagonista en el papel de guapísimo aunque convicto sociópata. ... Les resumo el argumento por si acaso no han tenido la oportunidad de verla. Un agente de la CIA fallece en acto de servicio y como era el único que estaba en disposición de cierta información privilegiada, lo que decide la organización es llamar a un prestigioso neurocirujano —en la película interpretado por el siempre eficiente Tomy Lee Jones—, para que implante en el cerebro del protagonista, en efecto, Kevin Costner, los recuerdos extraídos del cerebro del agente de la CIA ya fallecido, borrándole a su vez los propios.
La película no es que sea una obra maestra pero les hablo de ella porque ayer se me ocurrió verla y lo cierto es que me he pasado toda la noche entre aterrorizado y consternado, es decir, absolutamente insomne pensando en las muchas posibilidades que, como bien apunta esta película, pudiera ofrecer a una mente muy perversa y sin escrúpulos tanto el progreso tecnológico como el avance de ciertas investigaciones neurocientíficas.
De hecho esta mañana, después de darle muchas vueltas, he estado pensando que lo que le sucede a nuestro Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es que algún neurocirujano ha estado manipulándole la azotea y le han vaciado completamente los recuerdos del cerebro, transfiriéndole los de su colega gubernativo el Vicepresidente Pablo Iglesias. No es broma. No me digan que eso no explicaría muchas cosas que desde hace algún tiempo vienen produciéndose misteriosamente en la cúpula del Gobierno de este país.
Se acuerdan de aquello que dijo Sánchez en una famosa entrevista: “Se lo puedo repetir cinco o veinte veces: con Bildu, no vamos a pactar”. ¿Dónde están esos recuerdos de un político que alardea de no mentir nunca? ¿Y se acuerdan cuando Pedro Sánchez pensaba que no existía ninguna causa digna que se basase en matar? ¿Cómo podríamos explicarnos que ahora se abrace tan placenteramente a elementos como Arnaldo Otegui, con el que sin embargo, Pablo Iglesias siempre ha mantenido una extraordinaria sintonía? Piénsenlo. A mí todo me encaja. Lo que me pregunto es si esta operación en el cerebro del Presidente será reversible o lo tendremos que aguantar así toda la legislatura.
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