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A finales de esta semana saltaba a los medios de comunicación la noticia de que la candidata del PP para la Comunidad de Madrid, Isabel ... Díaz Ayuso, había planteado considerar al “concebido no nacido”, es decir al “Nasciturus”, como un miembro más de la unidad familiar, de manera que se tenga en cuenta a la hora de solicitar plaza escolar o tramitar el título de familia numerosa. También ha detallado que la idea será que, una vez que la mujer quede embarazada, ya disfrute de pleno derecho de todas las ayudas y ventajas fiscales que se puedan tener para familias numerosas y de especial categoría. Todavía no han estudiado qué hacer si se produce un problema durante el embarazo y el bebé no llega a nacer.
Según la RAE se entiende como Nasciturus: “Persona antes de nacer, mientras permanece en el claustro materno”, “la presunción jurídica de que el nasciturus se tiene por nacido (es decir, por persona) para todos los efectos que le son favorables viene desde el derecho romano”. Interesada por un tema apasionante e imagino que polémico a la vez, decidí informarme y recabé información haciendo una consulta a la catedrática de Derecho Romano de la Universidad de Salamanca, la prestigiosa Dra. Dª Amelia Castresana. Tras una conversación muy interesante con ella, puedo decirles que no estamos tan lejos en muchas cosas de otros tiempos de la Historia. El concepto de nasciturus existía en Roma, donde el derecho a la herencia era tremendamente protegido siendo además constitutivo de legislación. En este orden de cosas, confiar en la Historia como fuente de conocimiento y de aclaración, siempre ha de ser el objetivo si queremos ser conocedores con causa de muchos de los planteamientos y problemas que tenemos en la actualidad. Según la Dra. Castresana, los derechos del nasciturus en el Derecho Romano, no iban más allá de lo referido a la herencia. A esto yo añadiría que hoy podríamos hacer mucho más aún, a sabiendas de entrar en polémica.
Este ojo observa por primera vez, que determinados temas importantísimos, como son crear medidas políticas al apoyo a la natalidad y medidas reales a la lucha contra la despoblación del medio rural, entran como temas importantes de debate en la actual campaña electoral.
Los votantes estamos aburridos de programas electorales que no bajan a la arena de las realidades de un arco importante de la población, estamos hartos de dineros desviados a problemáticas minoritarias que nos están esclavizando a todo el país, hartos de que las necesidades de unos pocos pongan en jaque la estabilidad económica, social y política de la mayoría y se agradece que, algunos partidos políticos, empiecen a tener en cuenta problemas tan importantes como son la despoblación del medio rural y el gravísimo problema de la natalidad en el país. Todas las medidas para paliar ambos problemas siempre han de ser bien recibidas. Lo mejor es que luchar por ello, no implica venderse a nadie.
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