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El reciente accidente de Galisancho, en el que fallecieron con el amanecer —cruel combinación— cuatro jóvenes, cuatro niños, nos ha dejado con un soplo en ... el corazón. Otro más. Por mucho que ocurran esos desgraciados accidentes, por mucho que los informativos nos llenen los ojos de horror y tristeza, nunca nos acostumbraremos a la tragedia. Aún somos humanos y las víctimas juveniles nos destrozan la fe y la esperanza... hasta el siguiente mazazo...

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lagacetadesalamanca Morir al amanecer