Mientras tanto en Castilla y León
Lunes, 7 de marzo 2022, 04:00
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Lunes, 7 de marzo 2022, 04:00
Sigue muriendo gente por covid. Lo digo más que nada por si no os acordabais. Aunque ahora parece que hay un brote masivo de gripe entre los jóvenes que nada tiene que ver con la pandemia que ha marcado el devenir de nuestro tiempo. Y ... entre anuncios de acogida de refugiados, sigue muriendo gente en ese macrocementerio en el que se ha convertido el Mediterráneo. Y Marlaska y el PSOE siguen permitiendo las devoluciones en caliente —y con violencia— en la valla de Melilla. Será porque esas personas que también huyen de la guerra no “son rubios con ojos azules”. Y Putin no es comunista, que la URSS se disolvió en 1991. Y el precio de la gasolina sigue por las nubes. Y resulta que Pablo Casado lo deja, aun teniendo razón en lo de los contratos de Ayuso. Y los pueblos siguen vacíos. Ah, y también ha llovido tras demasiado tiempo sin oler a geosmina, la bacteria que produce ese olor a tierra mojada que tanto gusta.
Y en Castilla y León tuvimos elecciones hace menos de un mes. Y entre tanto lío, Mañueco sigue con la aritmética para constituir un ejecutivo que gobierne las nueve provincias. Mañueco, el presidente futurible, se está reuniendo con todos los grupos políticos sin que haya sorpresas. Con todos menos con Unidas Podemos, en un ejercicio de coherencia por ambas partes, una coherencia necesaria que en ocasiones queda totalmente difuminada por el ruido del morbo mediático. El primer encuentro fue con el PSOE, aunque la escueta reunión solo sirvió para que ambos partidos se sacasen la foto y ver quien ganaba antes el relato de “es que se han levantado de la mesa”. El encuentro con Tudanca se sabía yermo. El líder socialdemócrata debió haber dimitido y dado un paso a un lado tras los comicios, propiciando una renovación del PSOECyL y dejando paso a Ana Sánchez, hasta ahora su fiel escudera. Y así de paso podríamos demostrar que en Castilla y León también hay mujeres políticas.
Los expopulares de Por Ávila -que dejaron plantados a los miembros de su ex partido al saber que no asistiría Mañueco- primero dijeron que no apoyarían la investidura de seguir como procurador por la provincia abulense el cabeza de lista popular, pero ahora reculan y se muestran “abiertos”. Y la reunión con UPL podría resumirse con un “ni pena ni gloria” que bien podría ser el eslogan de este partido para las próximas elecciones. Mientras, Soria Ya se ha metido en el carril interno de una rotonda sin saber por qué dirección salir. Sin sorpresas, admite que apoyaría al Partido Popular a cambio de lo suyo, pero sin una apuesta clara para corregir los desequilibrios territoriales. Y aunque sin duda su causa es noble, me permito la crítica dado que escribo estas líneas desde las Arribes Sur, donde la densidad de población compite por abajo con la de las zonas más despobladas de la provincia soriana. Por su parte, Igea sigue peleando por su cuota de protagonismo, sin asumir que Ciudadanos es ya un partido irrelevante. Y los pocos que quedan en su barco, nos aburren queriendo que se les haga casito. Aunque la condena de la excaldesa naranja de Boecillo (Valladolid) por prevaricación igual no es la atención que tanto ansían.
Realmente, todos sabemos que a Mañueco sólo le dan los números con Vox, que como no tiene base territorial, sus líderes ahora no tienen tiempo para Castilla y León mientras se dedican a borrar toda relación con Putin de sus redes sociales y a vestirse de flamenca por si hay elecciones en Andalucía. Mañueco asegura que no estará al frente de un Gobierno “xenófobo, racista o machista” y que “la igualdad no es negociable”, pero la ultraderecha tiene la sartén por el mango. Veremos si el PP de Feijoó sigue cometiendo los errores del de Casado.
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