Secciones
Destacamos
La cuesta de enero va a ser directamente proporcional a la curva ascendente de contagios del coronavirus que nos espera. Francisco Igea -el que manda en Castilla y León- ya lo ha dejado caer en una entrevista radiofónica este lunes: Salamanca y Ávila se van ... unir al resto de provincias de la región y entrarán en nivel de alerta 4, el máximo, “en unos días”. Por su parte, Alfonso Fernández Mañueco ha anunciado que el cierre perimetral y el toque de queda de la comunidad que supuestamente preside se alargarán más allá del 10 de enero. Y algunas autonomías -no sería de extrañar que también la nuestra- barajan incluso adelantar la hora del confinamiento domiciliario parcial que padecemos y cerrar los centros comerciales. Así de crudo.
La consejera de Sanidad, Verónica Casado, ha dicho este fin de semana que le asusta ver algunas calles y centros comerciales. Y su amigo Igea ha colgado una fotografía, en su cuenta de Twitter, del caos que se montó en uno de Marbella para ver a Paquirrín -perdón, Kiko Rivera- disfrazado de Rey Melchor. Todos sea por concienciarnos de que es necesario mantener la distancia social. Es cierto, muchos establecimientos comerciales -sobre todo, los grandes- han recibido estos días una avalancha de clientes. Consumidores todos ellos con el mismo derecho que los demás a comprar los últimos regalos de Reyes para hacer felices a sus hijos. Por lo tanto, no es cuestión de rasgarse las vestiduras con grandilocuentes declaraciones o mensajitos en las redes sociales, a modo de tirón de orejas a los ciudadanos. Que ya está bien.
Lo que hace falta es una firme voluntad de hacer que se cumplan las leyes que ellos mismos han dictado. Nos encontramos en nivel de alerta 3 y eso significa que el aforo de un centro comercial debe ser de un tercio, tanto en su interior como en zonas comunes. Y además estamos en víspera de Reyes. A cualquier cabeza mediopensante se le ocurriría enviar a la Policía local o a la inspección de Consumo, para que se den una vuelta por los lugares más concurridos y a las horas punta, con la misión de comprobar si se está cumpliendo con la normativa. Claro, pero para qué nos vamos a meter en líos...
Algo muy parecido han hecho los Mossos d’Esquadra catalanes con el multitudinario fiestón de Nochevieja que duró más de 40 horas en localidad barcelonesa de Llinars del Vallês. Sabían desde el minuto uno que la ‘rave’ se estaba celebrando, pero -dicen- no tenían efectivos suficientes para disolverla de inmediato. Y también sirve de ejemplo el caso del individuo que se ha recorrido media España, con su posible cepa británica del coronavirus en el cuerpo, manteniendo encuentros familiares a troche y moche sin cierre perimetral ni guardia civil que le detenga.
Todos estos ejemplarizantes casos ayudan, y mucho, a que el ciudadano silbe, se ponga de perfil y busque también él su triquiñuela para sobrellevar estos largos meses de restricciones.
Y encima, antes de que termine el año, nos muestran un cargamento de vacunas con la pegatina del Gobierno de España, el mismo cuyo ministro de Sanidad va a abandonar en plena tercera ola pandémica. Y nos dicen, a bombo y platillo, que van a vacunarnos a todos incluso en sábados, domingos y fiestas de guardar. Que así en verano alcanzaremos la inmunidad de grupo. Y el primer fin de semana, haciendo gala de la planificación a la que ya nos tienen acostumbrados, ya no nos piden que pongamos el brazo ante la jeringuilla. Temen que la farmacéutica se retrase y no haya unidades suficientes con las que completar la segunda dosis necesaria para que la vacuna sea efectiva. ¿Tan complicado es poner de inmediato la mitad de las vacunas que tenemos y guardar la otra mitad para la segunda dosis y repetir la operación a medida que se reciban más unidades? No sé...
Viendo lo visto, con estos Reyes de la pandemia, menudo regalo nos espera.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Sigues a Miguel Ángel García-Mochales. Gestiona tus autores en Mis intereses.
Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.
Reporta un error en esta noticia
Necesitas ser suscriptor para poder votar.