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Medea y otras asesinas

Martes, 4 de febrero 2020, 04:00

Cuenta Eurípides cómo su Medea, al saberse traicionada por su esposo Jasón, tras prometerse éste en matrimonio con Glauce, hija de Creonte, decide asesinarla regalándole ... una corona y un peplo, que le causan una muerte horrible con el mero contacto. No satisfecha con este castigo infringido a su marido traidor, decide, además, matar a sus propios hijos. Esta figura femenina de la tragedia del poeta griego es la parricida en la que vemos el reflejo de las muchas mujeres que han asesinado a sus vástagos a lo largo de la historia. La última, presuntamente, Adriana Ugueto, posible autora del homicidio de su hija de cinco años, la semana pasada, tal vez -aún se desconoce- con la ayuda de la abuela de la niña. Aunque en nuestro país los niños asesinados por sus madres o madrastras no aparecen en los recuentos de las listas de violencia de género, donde solo se contabilizan los que mueren a manos de sus padres, lo cierto es que parece que el número de asesinados por sus progenitoras supera al de los asesinados por sus progenitores. El diario El Mundo publicó en 2018, a raíz del asesinato de Gabriel Cruz, que 22 madres y tres madrastras habían matado en tres años a sus hijos e hijastros. La cifra de niños asfixiados, arrojados por una ventana, golpeados e incluso acuchillados por las mujeres, ascendía a 28, desde recién nacidos a chicos y chicas de 12 años. En ese mismo período, 20 padres, parejas o ex parejas de las madres, mataron a 24 niños.

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