Manos sucias, manos limpias
Miércoles, 16 de marzo 2022, 04:00
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Miércoles, 16 de marzo 2022, 04:00
Somos de una tierra en que el saludo entre hombres era estrechándose la mano, con un ¡choca esos cinco! A las mujeres se le besaba ... la mano, gesto elegante, pero hoy se rechaza como casi ofensivo. Los tratos, de la montanera o la vivienda, se cerraban con un simple apretón de manos, hablando, porque regía aquello de “al buey por el asta y al hombre por la palabra”. En todo caso, dar la palabra o la mano, comprometía. Hoy no se respeta ni lo escrito y firmado.
En Castilla y León negar la mano al presidente de las Cortes, es descortés. Así lo hicieron al tomar posesión al menos siete procuradores socialistas, que desde luego están en su derecho de ser displicentes con un alto cargo de VOX. ¿Por qué lo hicieron? ¿Tenían miedo a que el Sr. Pollán le atenazara y crujiera la mano con la suya poderosa de portero de balonmano? ¿No se la habían lavado, con la de gotículas del Covid y partículas más propias de estercolero que acumulan? ¿Temieron que contestara con un sopapo fascista? La razón fue la higiene política, el llamado “cordón sanitario”. Nuestra izquierdorra montaraz -copiando a los franceses contra Le Pen-, lo decretó contra Vox desde que entró en los parlamentos. Y como todo el mundo sabe, Vox se come a los niños crudos. Bueno, en Andalucía aún no ha empezado.
Para manos sucias, el PSOE, que en la IIª República alentó la revolución de Asturias, tuvo a Largo Caballero que consintió atrocidades, o un Indalecio Prieto cuyo escolta le pegó un tiro en la nuca al líder de la oposición, Calvo Sotelo; o el PSOE, que de la mano de Felipe González hizo la llamada guerra sucia; el partido de los dos presidentes condenados por acopiar en Andalucía billetes ajenos -los ERES-, suficientes para asar una tropa de vacas. Sufrimos al fariseo Pedro Sánchez, que preside un gobierno Frankenstein, con toda la morralla, en el que se sientan los nietos políticos de los culpables de Paracuellos, y apoyan los dos separatismos -vasco y catalán-, y terroristas sin arrepentir encabezados por Otegui. ¿Saben los sanchistas que las manos del socialismo italiano, sucias hasta los codos, dieron origen al proceso judicial Mani pulite (manos limpias), del que huyó a Túnez, donde murió, Bettino Craxi?
Pero los socialistas, como sepulcros blanqueados, lavados en no sé qué Jordán, tejen un cordón sanitario para aislar a Vox, que no ha tenido ocasión de corromperse, ni de causar una simple pitera. Ni soy ni seré del partido, pero “tengo amigos de Vox que son una gente magnífica, al margen de su ideología”. Son palabras (que suscribo) de Manuela Carmena. O sea.
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