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La idea de los “tercerillos” la promueve en 1805 el comerciante Anselmo Prieto Hermosillo, propietario de las primeras tiendas a partir de la escalerilla del ... Ochavo. Eran una planta más, de reducida altura, (unos dos metros), colocada entre la baja y el principal. Abundantes, tantos como arcos, en perfecta simetría, se les dotó de unos balconcillos de idénticas dimensiones que abrían sobre los soportales con reducido antepecho y a través de ellos, sus moradores, agrupados alrededor de la mesa camilla, oteaban perfectamente el deambular de los salmantinos en su incesante ir y venir con el alborozo y la diversión de familiares y amigos que en grupo podían fisgar sin ser vistos, lo que debió ser un cuadro costumbrista inenarrable.

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lagacetadesalamanca Los “tercerillos” de la Plaza Mayor