Los payasos de la tele

Ya no me voy a meter en los programas de “dimes y diretes” de los que Telecinco es tan fan. Voy a dejar en paz (Padilla) a Jorge Javier Vázquez, entre otras cosas porque he leído que estaba con problemas de salud, y darle caña ahora sería feo, aunque me temo que a ambos nos importa lo mismo lo que diga el otro: nada. A aquellos que consiguen que estos programas tengan las máximas cotas de audiencia, pues oye, en el pecado llevan su penitencia.

Lo que me preocupa no es eso, lo que me preocupa es que ya empieza a ser habitual que, ante unas inminentes elecciones, a muchos políticos les invitan a la televisión para que hagan el payaso. Y ellos aceptan. Mirad, tengo amigos chilenos, si tengo que contarles que en la televisión en España se invita a los políticos para que los entrevisten unas hormigas de peluche, creo que se me caería la cara de vergüenza. Espero que no se enteren.

Estoy hablando de “El Hormiguero” y de las entrevistas que han tenido esta semana con Iglesias y Rivera. No me parece mal que los políticos acudan a este tipo de programas más desenfadados, menos serio, pero en campaña (que no nos engañen, porque estamos en campaña), en campaña no. El futuro de mi país, de nuestro país, no se puede decidir a golpe de hormiga y rematando con experimentos infantiloides, bailes espasmódicos y todo ello conducido por Pablo Motos, quien como entrevistador no es que sea precisamente la octava maravilla.

Mucho me temo que la información en España está herida de muerte en lo que a televisión se refiere. Cuatro deja de lado sus programas informativos emblemáticos, en “La Secta” Ferreras no para de hablar de periodismo, cuando en realidad quiere vendernos su verdad. La televisión de todos está sujeta por las riendas del Marqués de Galapagar, gracias a su amigo Pedro I “el Okupa” y el canal de noticias 24 horas de TVE nos machaca con los directos del juicio del Procés... Pues habrá que conformarse con las hormigas.