Borrar

Qué ingenuo fui pensando que de la pandemia saldríamos mejores. Mi fe en la Humanidad claudica frente a esta guerra de agresión que nos muestra ... un tanque desviando su camino para aplastar el coche de un civil, o cómo niños que aún no han aprendido a leer ayudan a preparar cócteles molotov. Todo eso, a cuatro horas de vuelo comercial desde España. O a menos de una hora de misil.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Sigues a Eduardo Fabián Caparrós. Gestiona tus autores en Mis intereses.

Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lagacetadesalamanca Los hijos de Putin