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Cuando yo hice la mili, allá en los tiempos de Maricastaña, casi cuando el arma reglamentaria se llamaba “pilum” y el calzado llevaba en la ... suela el número en cifras romanas, teorizábamos acerca de lo inútil del tiempo dedicado a un obligado menester para con la Patria. De hecho, el vocablo “inútil” era uno de los insultos más frecuentes para referirse a quien era incapaz de cumplir cualquier cometido demandado por la milicia: marcar bien el paso, coser los botones del trescuartos o memorizar determinados contenidos teórico-prácticos, tales como el despiece del cetme, por ejemplo. A mí nunca me pareció de extrema utilidad conocer los intríngulis del muelle de rabija o la función de la bocacha apagallamas, pongamos por caso; o que al tanque hubiera que denominarlo carro, o a otro vehículo Transporte Oruga Acorazado. Parecían unos saberes sin gran aprovechamiento para la vida.

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lagacetadesalamanca Lo inútil