Llegan los idus de marzo
Sábado, 6 de marzo 2021, 04:00
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“Hay puñales en las sonrisas de los hombres” (Shakespeare)
Un adivino advirtió a Julio César del peligro que correría en los idus de marzo. ... Como eran de buen augurio en el calendario romano, no hizo caso. Lo apuñalaron en el Senado. Uno de los coautores, su hijo adoptivo Bruto, al que -perplejo por su traición-, le espetó el conocido “Tu quoque fili mi?” (¿tu también, hijo mío?). Nuestras discordias empezaron entre los hermanos Caín y Abel y no han cesado, dejando heridos o muertos. Sea con una quijada de burro, un puñal, un revólver, una insidia o una traición, los hombres nos venimos peleando desde el Génesis. Más aún en la vida pública. ¿A que viene esto? Pues porque lo de Bruto y César fue precisamente el 15 de marzo, fecha que está a la vista, como los Congresos del PP; porque leemos noticias -algunas desmentidas-, de que los “genoveses”, quieren mover ficha en Castilla y León, y la ficha se llama Mañueco, (¡con lo que costó colocar un salmantino en esa presidencia!) ; y porque en la Diputación hay un grupo de llamados “díscolos”, que junto al senador Bienvenido de Arriba, el procurador Salvador Cruz, y la concejal de Santa Marta (ex vicepresidenta) Chabela de la Torre, quieren auparse, lo que significa jubilar al presidente de la Corporación y del partido, Javier Iglesias.
¿De que me suena esta movida? El histórico de este diario, Paco Casanova, citaba con frecuencia la opinión de Pío Baroja sobre la política, como “juego sucio entre compadres”. Ni el cascarrabias de don Pío, ni Paco tenían toda la razón. Conocemos también el juego limpio. Pero ciertamente los relevos, la resignación del poder, suelen ser traumáticos, cuanto más si son con puñalada trapera, o mordiendo la mano de quien te dio el pan. La democracia la trajeron un rey (Juan Carlos) y un presidente (Suárez), que habían jurado los principios del llamado Movimiento Nacional, y afortunadamente los enviaron -con enorme tacto y notorio acierto-, al archivo histórico, jubilando a la clase política del franquismo, que se había cepillado a todos los políticos de la República, como estos a su vez habían hecho con los de Alfonso XIII.
Análisis análogos llevaron antaño a Ricardo de la Cierva a escribir “La derecha sin remedio”. Me duele reconocer que de nuevo es verosímil. Pero me atendré al ámbito geográfico donde escribo. Ya “vencida de la edad la espada”, contemplo los hechos con la curiosidad del entomólogo con los insectos, es decir, como simple observador. Ha habido relevos y conjuras para todos los gustos. En las primeras elecciones locales, aún al destete, a la candidatura oficial de UCD le salió otra oficiosa encabezada por Ricardo Sastre; y a la Salina llegaron diputados no previstos por la sede oficial, pero sí por el alcalde de San Pelayo, Marcial Fuentes. ¿Se acuerdan ustedes de la vileza que privó a Casimiro Hernández de la presidencia de la Diputación? Cuando en la AP de Fraga mandaban plácidamente Estella, Trocóniz y Casimiro, llegó el vendaval Lanzarote. Pasado el tiempo, digamos diplomáticamente que fue sustituido por Mañueco, al que ahora quieren mover la silla, no solo correligionarios -¿desde Génova?-, sino también adversarios, con una inviable moción de censura. Lo cierto es que en la derecha de Castilla y León vuelven a brillar las navajas cabriteras, para regocijo de la izquierda.
De los legítimos aspirantes a ascender, no conozco a De Arriba, que bienvenido desde abajo, le hicieron senador (siendo su esposa la gerente del PP, su deseo tiene mala presentación, como otras deplorables parejas políticas). Salvador Cruz, tiene experiencia en conspiraciones. Siendo secretario local del PP, se prestó al regalo de un acta de senador, desplazando al candidato previsto (que tras la judiada, declaró elegantemente que Salva era “un chico listo”, que lo es). Y a Chabela de la Torre le han recordado su intento de fichar por Ciudadanos, cuando (inexplicablemente) la dejaron en simple concejal de Santa Marta. En cuanto a los diputados levantiscos, los alcaldes que conozco me parecen eficaces y buena gente.
En resumen, el panorama de la derecha es desolador. Casado cuestionado entre los suyos, perdiendo elecciones, y enfrentado a un Abascal (en crecimiento), gracias al que gobierna en Andalucía y Madrid. Ciudadanos en coma irreversible. Feijóo, que no se decide a tomar el mando del PP... O sea, que tendremos el nefasto social-comunismo para rato, mientras España está para ingresar en la UCI. ¿Irremediable? No. Aznar ha enseñado el camino, que no son precisamente ni las luchas intestinas, ni el desdén hacia los que piensan muy parecido.
Mañueco, Iglesias, ¡ojo a los idus de marzo!
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