Lean
Sábado, 2 de octubre 2021, 05:00
Secciones
Destacamos
Sábado, 2 de octubre 2021, 05:00
Cada cierto tiempo algún angustiado padre me pide consejo para que su hijo lea: —¡Le compro libros, pero no lee! —se quejan, y yo suelo ... contestar: Los niños comen porque tienen hambre y se abrigan porque tienen frío. Igual que tú, lo hacen por instinto. Pero cuando se trata de leer, por mucho que encierres al crío en una biblioteca, o le obligues a leer manuscritos medievales, si no tiene curiosidad por aprender la batalla está perdida de antemano. ¿Tú que sueles leer?
—¡Yo no tengo tiempo para leer, y no me gusta! —A lo que, con tiento y educación, añado:
Ese es el problema, y por eso estamos como estamos. Si tu hijo no te ha visto abrir un libro en la vida, o sujetar algún periódico, ¿qué esperas? Como chimpancés evolucionados que somos aún arrastramos instintos animales que sólo se desarrollan por aprendizaje vicario. Si te comportas como un tarugo delante de tus hijos no te escandalices si después te sale un déspota y un zopenco.
Aún recuerdo la vez que, estando en una terraza salmantina charlando sobre literatura con un amigo, una entrometida vecina de mesa, que rondaría la cincuentena y peinaba cabellos fucsia, se inmiscuyó en nuestra conversación, sin que nadie le hubiera dado candela en el sepelio, con esta lapidaria frase: «Leer no sirve para nada, es una pérdida de tiempo. Lo que hay que hacer es salir por ahí y disfrutar, ¡vivir!»
Tal y como se lo redacto, queridos lectores. El colmillo me pedía hacer sangre pero, sabiendo que estaba a las puertas de una buena carcajada, la invité a que desarrollara su tesis. A la interfecta le faltó tiempo para contarme desde cómo se llamaban sus perros hasta —sorpréndanse comedidamente— su profunda filiación marxista. Tal era su odio a las letras, y su amor a la ignorancia, que podría decir su identidad en estas líneas sin miedo a represalias.
Conclusión: No voy a decirles que si no leen votarán a la izquierda, pues no quiero caer en la rastrería de Juan Gómez-Jurado, quien aseguró que cada vez que se pierde un lector termina votando a VOX. Yo aún tengo dignidad. (Jurado, no sé si algún día leerás esto, y tampoco me importa, pero siento lástima por ti. Eres la muestra viva de cuán bajo puede caer el hombre por un triste puñado de dinero).
Sí quiero pedirles que, por su bien, el de sus hijos y por extensión el de todos nosotros, lean y, si es posible, lean buena literatura que les abra los ojos, les haga pensar, conocerse y desarrollar un espíritu crítico y de duda. No abotaguen sus cerebros con lecturas vacías que, como la comida basura, sacian el estómago pero acaban matando por colesterol. Sean un poco gourmets.
La calaña política sueña con gobernar a turbas de ignorantes. Aman al ignorante porque, como al burro con la zanahoria, lo llevan por donde quieren.
El obrero leído es un elector que incomoda.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Sigues a Jairo Junciel. Gestiona tus autores en Mis intereses.
Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.
Reporta un error en esta noticia
Necesitas ser suscriptor para poder votar.