Secciones
Destacamos
La plaza de la Lonja, denominada a partir de 1830 del Poeta Iglesias, albergó a finales del siglo XIX una construcción de madera situada sobre ... un pozo negro que sirvió como “kiosko de necesidad” a nuestros abuelos hasta que, ante las protestas por los efluvios pestilentes, se cegó el pozo en 1907 y se instaló un negocio de churrería y copas de aguardiente para los madrugadores, por parte de Enriqueta González, traspasado en 1911 y derruido en 1918. Un avispado negociante, llamado Esteban Conde, solicitó licencia para instalar un bar en toda regla que denominó “Centro” y lo construyó en piedra de Villamayor con artísticas labores de filigrana sobre todos los elementos, obra del arquitecto Joaquín Secall.
El 3 de enero de 1930 se acordó indemnizar al dueño con 5.250 pesetas ya que el contrato finalizaba en febrero de 1931 y el Ayuntamiento había subastado expresamente, para construcción de un Gran Hotel, el solar de la antigua Audiencia derribada en 1928, ganando la firma integrada por Juan Esteban y su hijo político Alberto Fernández de Trocóniz (inaugurado el 2 de mayo de 1930) que ofertó 325.001 pesetas, proponiéndose reordenar la plazoleta, de 1.067 m2, dotándola de adoquinado y colocando una pequeña isleta de 7 metros de diámetro, con farola central.
El Ayuntamiento destinó a dirigir el tráfico sobre la citada isleta, a un guardia municipal, cuando se adornaban con salacot blanco, que en determinadas ocasiones, dispuso de templete cúbico de metal y de quitasol blanco.
La parte norte de la antigua muralla conocida como Puerta de Zamora constituye una encrucijada de varias direcciones: paseo de las Carmelitas, carretera de Ledesma, avenidas de Torres Villarroel y de Mirat y la calle de Zamora.
En 1928 el Ayuntamiento reordenó la Plaza dotándola de pavimento de adoquín y adornando su parte central con una isleta de 10 m de diámetro compuesta por una meseta de piedra y dos peldaños y en su centro una farola con pedestal de piedra granítica, barroca, con fuente metálica de 4 carátulas vertiendo agua por sus fauces sobre otros tantos recipientes metálicos redondos y por remate una columna abalaustrada con capitel de estilo, soportada por una peana de 3 volutas. Culminaba con un soporte rectangular cilíndrico para alojar una enorme lámpara luminosa, todo construido en los talleres de Moneo.
Rodeaban la plazuela edificios de tres alturas junto al paseo de las Carmelitas y la carretera de Ledesma, conocidos por “Las Cabezotas”, alojando en la esquina la barbería de Marcelino. En la confluencia de carretera Ledesma y Torres Villarroel se encontraba el Garaje Moderno de Moneo e Hijo. En la otra esquina edificios antiguos de dos alturas hasta finalizar en el Electro Garaje Tudor (hoy gasolinera). Por la parte de la avenida de Mirat el Garaje de Mauricio y el lateral de la churrería de Pepe García (hoy Toscano).
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Sigues a José María Hernández Pérez. Gestiona tus autores en Mis intereses.
Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.
Reporta un error en esta noticia
Necesitas ser suscriptor para poder votar.