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A la luz de la tremenda ola de simpatía, adhesiones, proclamas y manifiestos que ha despertado la absolución de Willy Toledo en el Juzgado Penal ... número 26 de Madrid, pareciera que ya tenemos nuevo superhéroe en plaza con su capa y su espada. Un insigne y venerable defensor de los derechos humanos. Un cultivado adalid de la tan currada libertad de expresión. Y eso que todavía no tenemos sentencia firme y que la anterior pudiera ser anulada por otra de signo contrario. De ser firme, ya sólo nos quedaría solicitar para el Willy la beatificación, paso previo para subirlo a los altares y ponerlo a compartir hornacina con todas esas imágenes que desatan la flojera intestinal que le llevó a ocupar el banquillo de los tribunales.

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lagacetadesalamanca Las majaderías de Willy