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Las fiestas de verano se inventaron para celebrar el final de la cosecha, la recolección, y la llegada de los emigrantes hijos del pueblo. La ... cosecha de este año, dice la gente de la tierra, es buena, muy buena, y la venida de familiares a los pueblos se espera notable por las circunstancias, según los alcaldes afectados. Pero aquí estamos, compuestos y sin fiestas, como ha anunciado Francisco Igea, en su papel de médico que retira al paciente todo lo bueno con el afán de que vivamos muchos años o de que la vida se nos haga casi eterna, como la de Matusalén. Una situación para ser recogida por Juan Francisco Blanco, director del Instituto de las Identidades, que estrena sede fuera del estado de alarma.

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lagacetadesalamanca Las fiestas, en casa