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Francia se prepara para una “economía de guerra” ante el conflicto ucraniano, el Consejo de Ministros galo ha aprobado la ley de “poder adquisitivo” que ... incluye un apartado de “soberanía energética”. Macron no ha dudado en señalar que es importante organizarse para el futuro adquiriendo más armamento reevaluando la Ley de Programación del País.
EEUU ya avisaba cuando Europa dormía de lo terrible que se acercaba para la paz y el orden mundial. Una situación que ya estamos padeciendo en la distancia, eso sí, aquí no hay muertos, pero si muchos daños colaterales. Los países avanzados llaman la atención porque todo apunta a un conflicto largo, si la Primera Guerra Mundial fue Sarajevo el detonante, en este 2022 puede ser Ucrania, el granero de Europa que ahora no puede distribuir esa riqueza necesaria, el cereal, pero también la energía será otra de las causas que nos lleven a un conflicto generalizado antes de que llegue el frío del invierno.
Nuestra ministra asegura que en España no se dan problemas serios de suministro, pero ¿será capaz de asegurarlo si el conflicto se alarga o se extiende? Macron ya ha tomado decisiones: el borrador de su Ley de “Economía de Guerra”, la requisición de centrales y prevé el llenado forzoso de instalaciones de almacenamiento de gas y en caso necesario los encargados de ese almacenamiento serán los responsables de crear las existencias suficientes. El gobierno francés podrá explotar las centrales de almacenamiento en caso de que existan problemas de suministro. Francia acelerará la instalación de una terminal de almacenamiento en Le Havre y vuelve a la explotación del carbón en Saint-Avold.
Ante estas premisas se me ocurre la ya famosa frase “Si vis pacem, para bellum” y en España me da la sensación de que no hemos interiorizado aún las terribles consecuencias de la guerra que nos afecta de forma muy directa a todas las familias. Conviene que estemos preparados, conviene que el Gobierno Central esté unido ante una situación que ningún ciudadano de a pie puede solventar, se necesitan decisiones valientes porque, debo insistir, el final de este año será duro, más aún si nos enfrentamos a la 7ª ola de la COVID, los datos están siendo muy claros aunque no se haga un seguimiento como el de hace un año, ya se superan los 1.000 contagios y ya se recomienda y obliga a la mascarilla en las empresas.
No quiero ser agorero, me gustaría tener menos información y esperar a ver qué pasa, sin embargo, los Estados avanzados se preparan para situaciones críticas y creo que ese debe ser el camino para que se superen o, al menos, se mitiguen. Lo estamos viendo a diario, Putin ya controla el Este de Ucrania, el coste ha sido terrible y todo apunta a que no va a parar. Ahora está llamando la atención sobre Lituania y Bielorrusia y no sé por qué no me sorprende.
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