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Hasta que Javier Iglesias le dio el sí quiero a Alejandro Martín, este había llevado la voz cantante en el pleno de constitución ... de la nueva corporación provincial. Con la tranquilidad que da el saber qué hay que decir y hacer en cada momento, o sea, dominando la escena. No era su primera vez. El secretario de La Salina lo es desde hace varias legislaturas y en estas ceremonias tiene la sartén por el mango, es el amo del cotarro, el director de orquesta. Al menos hasta que el nuevo presidente se sienta en su sillón y da la palabra. Toda la ceremonia está tan pautada como la investidura de un papa, pero tiene un punto de incertidumbre y suspense cuando el secretario pregunta si alguien conoce algún impedimento, que recuerda a la fórmula nupcial. Al fin y al cabo, también hay un sí quiero, que es el que le da el futuro presidente al secretario cuando este le pregunta si acepta o no el cargo. Imagine que en el último instante dice que no. Bueno, pues en este caso todos miraríamos al secretario, y que fuese lo dijera.

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lagacetadesalamanca La voz cantante