Borrar

Vivimos en un mundo difícil. Y confuso. Y ruidoso. En este punto siempre me remito al “Ruido de fondo” de Don Delillo, ese ruido invisible ... que se ha convertido en la banda sonora de los tiempos “modernos”... Tiempos “fake”, pero no sólo en las noticias, pues la vida en general se ha convertido en una mala copia de sí misma; una vida barata subida a zapatos baratos que nos ha llevado a una total falta de autoestima social. Nada se cuestiona, todo se da por posible, y por eso, tanto que nos lo preguntamos, tenemos los políticos que tenemos: mediocres, vulgares, sin discurso, atolondrados, e instalados en perpetuas sonrisas de dibujos animados, llamando la atención de un pueblo al que no ven. Por eso Gran Bretaña está en el abismo que está, Francia vive semiderruida, y España qué les voy a contar que no sepan, que no oigan, que no vean... Y todo por habernos plegado a la solemne mentira de una realidad falsa, tan falsa que la verdad, el sentido común, o la reflexión, son valores “de la abuela”. O de fachas. O de exaltados. O de renegados. Gente que no dialoga, que no vive atada al televisor, gente independiente y productiva que representa el peligro, el peligro del pensamiento.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Sigues a Juan Carlos García Regalado. Gestiona tus autores en Mis intereses.

Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lagacetadesalamanca La verdad no vende