Secciones
Destacamos
Sigo con enorme tristeza la evolución de los incendios en la provincia de Salamanca y en el resto de España. Todos los veranos hay incendios, ... unos debidos a negligencias y otros tantos, aunque resulte incomprensible y genere la máxima indignación, provocados por la mano del hombre; pero no como los de este 2022.
Este año, las olas de calor sofocante, desmedido y hasta inesperado pese a los pronósticos agoreros que desde hace tanto vienen haciendo los climatólogos, están causando estragos.
Este verano de nueva normalidad forzada, con la pandemia en una fase que no sabemos determinar ni acertamos a saber cómo evolucionará, ha llegado más poderoso y ardiente que nunca, a recordarnos que el cambio climático ya está aquí, que llevaba con nosotros desde hace tiempo, y que de ahora en adelante, cada vez se irá traduciendo en condiciones de vida más extremas para los seres humanos.
Un calor asfixiante, deshielos insólitos y aterradores, temperaturas jamás imaginadas en diversos puntos del planeta, donde los rayos de sol nunca llegaban a calentar con intensidad... Los termómetros callejeros se han vuelto tan locos que hay días que nos muestran cifras increíbles.
Y no solo eso, esa potencia de la naturaleza, arrasadora siempre, pero más cuando se enfada, esta vez convertida en furiosa ola de calor, anda cobrándose víctimas sin avisar.
Personas que trabajan a un sol tan pleno que no se puede soportar; o que viven en viviendas donde los grados aumentan de una manera alarmante; o cuya salud, precaria, les impide defenderse de esta estación especialmente malvada y su correspondiente canícula.
La ola de calor ya ha provocado en España 360 muertos. Y 123 de ellos, en un solo día, según los datos publicados por el Instituto de Salud Carlos III, que depende del ministerio de Sanidad. Y en solo seis días.
Ahora, los hombres y mujeres del tiempo nos consuelan con un par de jornadas menos extremas, pero a las que sucederán, enseguida, nuevas temperaturas insufribles y sus perversas consecuencias.
La pregunta es: ¿cuánto tiempo nos queda? ¿Se puede arreglar cuanto anda dañado por nuestra causa? ¿O ya hemos conducido a la naturaleza al límite de su paciencia y, a partir de ahora, nuestros los calores serán imposibles, los fríos severísimos y todos los fenómenos naturales (tsunamis, volcanes, huracanes, etc.) se volverán contra nosotros para vengarse de nosotros por haber sido tan poco cuidadosos con el planeta?
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Sigues a Marta Robles. Gestiona tus autores en Mis intereses.
Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.
Reporta un error en esta noticia
Necesitas ser suscriptor para poder votar.