Borrar

No nos engañemos. Por mucho que se debata en torno a la tan deseada paz, esta siempre se muestra esquiva, elusiva, escurridiza. Nunca acaba de ... llegar, como el Godot de Beckett. Sin embargo, aun sabiéndolo, no debemos cejar en el empeño.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Sigues a Román Álvarez. Gestiona tus autores en Mis intereses.

Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lagacetadesalamanca La utopía de la paz