Borrar

Ayer entré en una oficina bancaria y, como tenía dudas sobre la ubicación del departamento al que me dirigía, le pregunté a una empelada por ... el lugar, ubicado en la propia sucursal. Su respuesta fue ya todo un clásico del siglo XXI: boca abierta y cara de haberle preguntado por el campo secreto de pruebas militares conocido como “Area 51”. La miré como diciendo “déjalo” y llegué sin ayuda a mi destino, donde se encontraba otra chica ausente comiendo galletas sin discreción ni sofisticación y para quien yo era invisible. Son momentos en los que recuerdas al Michael Douglas de “Un día de furia”, aunque me gusta más mi papel en un rinconcito de Cascais. Y nunca mejor dicho, pues la deriva del mundo, y de la sociedad occidental en particular, ha tomado tal rumbo errático que lo mejor es buscar “rinconcitos” en los que resguardarse del tormentón.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Sigues a Juan Carlos García Regalado. Gestiona tus autores en Mis intereses.

Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lagacetadesalamanca La señorita No Sé