La no noticia

Permanentemente, aunque la mayoría no lo aprecie, nos vemos contaminados por humo y ruido que impide centrarse en lo que realmente importa: la democracia, el desarrollo del individuo y su pensamiento, y el bienestar. Si lo observan, no es nada difícil ver como la política de hoy apenas emplea tiempo, esfuerzo y medios en hacernos la vida mejor, más feliz. Todo parece parte del mismo plan, convertimos en meros figurantes de “El show de Truman”, ajenos por completo a nuestra realidad, a nuestra vida, a nuestras ilusiones.

Esta semana, el gran ejemplo de intoxicación, de absurdo, de risa, de vergüenza periodística, fue la noticia que en realidad era una no noticia: el incidente el lunes de un “Boeing” de “Air Canada” en el aeropuerto de Barajas como consecuencia de uno de sus neumáticos reventados y un fallo en uno de sus motores, lo que le obligó a regresar a Madrid tras consumir una buena cantidad de combustible para hacer más seguro el aterrizaje, que se realizó con total normalidad... pero en mitad de un monumental circo mediático que parecía desear regar de llamas y muertos la pista para dar carnaza a su audiencia rehén.

No hay que ser un experto para saber, cuando el avión aún estaba en el aire, que se trataba de un incidente “normal” que sería gestionado con profesionalidad por los pilotos. Cada día en el mundo se producen decenas de incidentes aéreos que son recogidos por la web británica www.avherald.com, y en la que podemos ver que problemas con los motores en vuelo (engine shut down) los hay casi a diario en algún lugar y todos son resueltos satisfactoriamente, incluido el de Madrid. Sin embargo, hay que desviar la atención, crearnos una vida “paralela” que nos impida estar a lo que hay que estar: la democracia, el individuo, y su bienestar.