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El pasado 14 de diciembre, Eugen regresó a la empresa de Tarragona en la que trabajó como vigilante de seguridad para vengarse de sus responsables. ... Escrito lo dejó: “voy a vacunar a los jefes con tres dosis de Glock-Pfizer de 9 milímetros”. Disparó al gerente, al supervisor y a la jefa de servicio, hiriéndolos de gravedad. Tras abandonar el lugar, la policía inició la persecución. El enfrentamiento concluyó con uno de los agentes herido de bala, pero el agresor también resultó herido; tanto, que se le hubo de amputar una pierna, quedando además postrado en una cama a causa de una lesión medular irreversible.

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lagacetadesalamanca La eutanasia del criminal