Secciones
Destacamos
El congreso de falsos jeques ha puesto esta semana en jaque al concejal Fernando Castaño, entre otros. Un congreso que nos ha situado en ... la pista central del circo televisivo y ha traído cámaras a Salamanca, aunque todos íbamos por la calle temerosos de ser grabados o preguntados por el cómo nos la pudieron colar. Esta —¿cómo nos la pudieron colar?— es la pregunta a la que tendrá que responderse en el pleno municipal convocado. Supongo que el Códex de esta semana se llenará de atuendos de jeques y cartelería ocurrente sobre el asunto, que no se merece menos San Raimundo de Penyafort, igual que sospecho que este año el disfraz de jeque puede hacer furor en las despedidas de soltero. E incluso en el carnaval, que ya se presiente. Pero, en el fondo, el suceso no ha hecho sino confirmar la herencia genética que Lázaro de Tormes dejó, porque el “conseguidor” municipal hoy cesado, José María Fuentes, es sencillamente un pícaro que se hizo pasar por economista y sorteó los controles municipales de contratación para llegar a la caja de caudales, al arcón del queso o a la jarra de vino, como el buen Lázaro. Un artista, con cara de jeque, como Castaño, que se ha convertido en inmortal, como Vargas Llosa, porque lo suyo será recordado como parte de la picaresca salmantina, que comienza en Celestina y termina, de momento, en un fraude de congreso de falsos jeques. La obra de Fernando de Rojas cuenta cómo se orquesta un engaño para que Calixto y Melibea se emparejen y los muñidores tengan su recompensa. De aquello nos queda un jardín que era huerto y, quiero creer, que también eso de llevarse a alguien al huerto, como Fuentes y Castaño hicieron.
El Huerto de Calixto y Melibea no es sino uno de los espacios románticos de Salamanca junto a la Casa de las Conchas, la antigua calle de los Novios, que hoy es Rector Tovar, cierto mobiliario universitario tallado con promesas de amor, como cita Unamuno en su formidable poema a Salamanca, y hasta el Tormes es un escenario romántico con barcas buscando un lugar entre los juncos para el encuentro o un remolino efectivo para poner fin al desengaño, emoción que tiene su paseo en Salamanca, precisamente a los pies de la Peña Celestina. Hoy vivimos desengañados, claro. También nuestras paredes hablan de amores y otras cosas, como descubrió Carlos Saura. Podría seguir con el Príncipe Juan, que murió de amores en Salamanca después de haber fundado la Casa de la Mancebía, que cerró Felipe IV. Un cierre que esta semana cumplió 400 años y una Casa vinculada a nuestro Lunes de Aguas. No hace falta que una plataforma de alojamientos turísticos nos diga que somos un destino romántico. Solo nos falta una ruta por esos espacios.
Escribió don Miguel “entre tus piedras de oro, aprendieron a amar los estudiantes” en una maravillosa referencia al amor. Mañana, víspera de San Valentín, inaugura la Asociación de Amigos de Unamuno su nueva sede. Antes que él, en 1847, Manuel Villar y Macías dedica una larga oda a Salamanca en un libro en el que convierte en leyenda la calle de los Novios. Qué poco se utiliza hoy la palabra novios y a emparejarse se le dice ahora “tener una nueva ilusión”. La ilusión de los quince mil millones de euros nos hizo ilusos. Antes de que se me olvide, felicidades a Valentín Gallego, Valentín Pérez y Valentín Garrido, a los que siempre recuerdo en tan señalada fecha.
Y ahora, con el permiso de jeques, juristas, enamorados y entregados a la causa del carnaval enfilo la calle hacia el pub donde un año más me instalo para seguir el Seis Naciones de rugby junto a veteranos rugbier y jugadores en activo. Por cierto, ya podía la Universidad de Salamanca espabilar este deporte en su seno siquiera por los grandes jugadores que han pasado por ella, incluido un servidor, aunque no fuese grande ni de lejos. El rugby es deporte universitario como lo es de pub y pintas, como el lema del Códex es “violación, estupro, cohecho, arriba Derecho”, que recuerda tres delitos. Simplemente eso, como bien saben generaciones de juristas que han pasado por Salamanca. Pues ya verá como ...
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Sigues a Santiago Juanes. Gestiona tus autores en Mis intereses.
Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.
Reporta un error en esta noticia
Necesitas ser suscriptor para poder votar.