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Está lo del golfista Jon Rahm, eso de que ha decidido irse a Arabia Saudí y que dijo hace un tiempo que él allí no iba de momento y que el dinero no era lo importante. Ahora se va, por lo que sea, y no le hace asco a los dólares porque como para rechazarlos, que son 500 millones.
Entonces en X están que rabian y no es porque se vaya a otro circuito el mejor golfista del mundo y a lo mejor no le veamos jugar, sino por lo que gana y porque el dinero es «sucio», que viene de Arabia. Como la gasolina o el gas europeo. Y no parece que dejemos de usar el coche o de encender la calefacción. Y uno sugiere que Rahm reparta el dinero porque así cada español tocamos a una millonada y abre hilo. Y yo digo que sí, que olé, que lo reparta. Y a vivir de la paguita.Y por el entusiasmo en redes ante esa posibilidad irreal, se deduce que a lo mejor el enfado no está en el origen del dinero y sí en que lo gane otro. Se ve que se lleva lo de ver a Rahm desde el sofá y pedirle que se esfuerce, nos entretenga y que, además, nos pague el refresco, que el golf a veces se nos hace largo.
Se ve con Rahm que, en lugar de estar orgullosos por tener al deportista mejor pagado, se le machaca.
Y se ve con la educación, donde en lugar de que toda España esté orgullosa de lo que ha conseguido Castilla y León en el informe Pisa, se la ignora. Y está en lo más alto por el empeño de tantos en que un sobresaliente sea un sobresaliente. Por el convencimiento de que en educación son inadmisibles las rebajas. Y el informe demuestra que lo de Castilla yLeón es una injusticia porque no se puede tener a los mejores alumnos con 15 años y que a los 17 sean del montón por las notas de Bachillerato y de la EBAU. Y todo sigue igual, con un Gobierno listo para una amnistía pero al que se le hace bola mover una EBAU única. Ahora, como estamos, se iguala a los que se esfuerzan con los que no tanto y esto durará hasta que los que trabajan se cansen y digan que para qué .Y entonces será un país de paguita y manejable.
Y el sistema es injusto para el que tuvo que elegir la carrera que no quería o irse fuera, pero también para alumnos de otras comunidades que se han esforzado, que son brillantes, y que por venir de lugares con el informe Pisa por los suelos, parece que se han colado en la fiesta.
Pero en lugar de copiar a Castilla y León, de escucharla, todo son excusas de mal estudiante. El Gobierno se queda en que en otros países están peor. Y seguimos adelante con este plan de que pase de curso todo el mundo para maquillar los datos de abandono. Y hundimos a los profesores en la burocracia, cuando lo que quieren es dar clase y en Castilla y León se ve que lo hacen muy bien.
Y en Cataluña dijeron que era por el alumnado inmigrante, y resulta que Castilla y León tiene mayor porcentaje de población extranjera que comunidades que están por debajo en el Pisa; y se habló de que la causa estaba en la densidad de población, y Castilla yLeón tiene datos casi idénticos que Castilla-La Mancha o Extremadura; o de la ratio por alumno, y tampoco hay diferencias con otras; o de la inversión en educación, y resulta que Castilla y León es de las que menos gastan. Y se habla del efecto de pandemia y de los móviles, como si Castilla yLeón estuviera en Marte o en la prehistoria.
En Castilla y León es raro encontrarte a alguien que no recuerde a un gran profesor. Y los padres se preocupan por los deberes y, si no es así, la comunidad ayuda a esos niños o lo intenta. Y en enseñar están a una profesores, padres y Junta, pese a sus diferencias. Muy orgullosos de Castilla y León. Y de Rahm, que se lo ha ganado. Se llama cultura del esfuerzo y es algo que lamentablemente ahora no se lleva.
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