Poco podía sospechar Luis Ramírez de Lucena, cuando se formaba en el Estudio salmantino, que el ajedrez lo consagraría sobre sus condiscípulos hasta redimirlo del olvido, y que más de cinco siglos después la ciudad del Tormes pronunciaría su nombre con orgullo. Un privilegio fuera del alcance del común de los mortales.
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Lucena vivió en momentos pioneros de imprenta incipiente y vacilante, en los que los ejemplares alumbrados por las prensas llevan el sugerente nombre de incunables. En uno de ellos, «Arte de ajedrez con ciento y cincuenta juegos de partido», publicado en 1497, recogió por vez primera las reglas del ajedrez moderno, al incorporarse la pieza de la dama, probablemente inspirada en Isabel la Católica. La Biblioteca Histórica de la Universidad de Salamanca atesora el volumen.
La tradición y el legado patrimonial inmaterial adquieren verdadero valor como acicate para roturar nuevos caminos. Es el caso del ajedrez y Salamanca, una relación inveterada que ha sabido reinventarse en excelentes iniciativas de competición, educativas y culturales.
Recogiendo el testigo de Lucena, la ciudad charra se ha lucido ante cámaras de todo el mundo en siete ediciones del Festival Internacional de Ajedrez «Salamanca, cuna del ajedrez moderno», la última el mes pasado, dirigida por Amador González de la Nava y organizada por USAL - Alumni y el Ayuntamiento de Salamanca. Figuras de renombre internacional batiéndose en un Torneo Magistral, en un programa transmitido online que concita cientos de miles de espectadores, rico en conferencias, partidas simultáneas, un torneo infantil y otro relámpago a favor de la Asociación Asperger. Un torneo popular días antes había prologado la cita de alto nivel.
No es una actividad elitista para minorías, sino abierta a todos. Este último San Juan de Sahagún el C.D. Ajedrez Salamanca celebraba su Jornada de Ajedrez Inclusivo con patrocinio municipal.
La agenda anual de este deporte y arte milenario en Salamanca no deja de crecer, implicando a las nuevas generaciones, un acierto por su potencial para fidelizar cantera de jugadores. El próximo noviembre, por cuarto año, viene el Congreso Educativo de Ajedrez, en los dos primeros dirigido por el actual concejal de Educación del Consistorio, Luis Sánchez Arévalo, gran amante de la disciplina ajedrecista. Y diciembre trae el Open «Pablo de Unamuno».
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Salamanca logra cohonestar su glorioso pasado con crecimiento futuro en la buena dirección. Ahí radica la clave del éxito. Otros deberían tomar nota y seguir esta fórmula que ha demostrado su solvencia.
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