Reina roja

A Juan Gómez-Jurado lo conocí hace ahora diez años, en mi etapa al frente de la Tenencia de Alcaldía de Cultura del Ayuntamiento de Ávila. Tuve la fortuna de que aceptase la invitación para presentar en la ciudad su último libro de entonces (El paciente). Me quedaría para siempre una sensación muy agradable al evocar el momento y un interés genuino por la trayectoria del autor. La conversación de Gómez-Jurado era inteligente y llena de atractivo, y él se mostraba completamente alejado de los manierismos de quien se cree un divo, por mucho que viniese avalado de un rotundo éxito de ventas contadas por millones a nivel nacional e internacional.

Por eso, en cuanto la plataforma Prime Video tuvo disponible la serie «Reina roja», adaptación de la novela homónima del escritor, me apresuré a verla. La actriz Vicky Luengo, que encarna a la protagonista, la fascinante Antonia Scott, había estado en Salamanca solo nueve días antes del esperado estreno, para recoger el prestigioso premio Princesa de Girona Arte que se le había concedido, en un acto presidido por la reina Letizia como punto estelar de las actividades del Tour del Talento 2024, organizadas por la Fundación Princesa de Girona, uno de los títulos que ostenta la heredera a la Corona española. La galardonada confesaría públicamente que la soberana le había revelado allí mismo su impaciencia por ver la serie, tras haber podido acceder al tráiler.

En los siete capítulos, la atmósfera envolvente del thriller se obtiene en la pantalla, entre otros poderosos recursos, a través de la treintena de piezas de una música trepidante y de gran impacto, que atrapa al diseccionar la esencia emocional de cada escena, compuesta por un salmantino de contrastada valía y sólida profesionalidad, Víctor Reyes, ganador del Premio Feroz a la Mejor música original en 2013 por la película «Grand piano», así como de todo un premio Emmy en 2016 por la banda sonora de «El infiltrado». Un orgullo ver entre los créditos de la serie del momento el nombre de este salmantino que vivió en la ciudad su niñez y primera juventud.

Los títulos de la trilogía de Juan Gómez-Jurado de la que forman parte Reina Roja, Loba Negra y Rey Blanco, nunca he podido evitar asociarlos a los de otra cinematográfica, «Tres colores», la de las películas «Azul», «Blanco» y «Rojo» de Kieslowski. Aunque el título y la cita que abre la obra Reina roja se extraen de Alicia en el país de las maravillas, preparándonos para las realidades oníricas plenamente palpables en la serie, y que las intensas partituras ayudan a conformar.