Pincharon el 23-J, arrollados por el voto útil que estalló su burbuja. Ni Soria ¡Ya!, ni UPL, ni Por Ávila, ni ¡Vamos Palencia! lograron representación en el Parlamento nacional, como habían aspirado, con esperanzas de materialización. Pero los vientos no venían favorables para los partidos localistas de nuestra Comunidad, en consonancia con la tónica nacional, cuya muestra más palpable fue que Teruel Existe perdía su escaño. Ese resbalón se unía a otros en los diez meses transcurridos: Por Ávila veía el abandono de la formación entre un cruce de acusaciones de uno de sus más señalados ideólogos desde su fundación, y Soria ¡Ya! sufría las dimisiones de la presidenta y el vicepresidente segundo. Pero todo junio trae consigo repescas, y las próximas elecciones al Parlamento Europeo brindan una jugosa segunda oportunidad, en la época del año en que los días se alargan, las temperaturas se caldean y los ánimos suben.
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Aunque la postura tradicional de UPL ha sido desmarcarse de este proceso electoral alegando la dificultad de conseguir la cifra de votos para obtener un eurodiputado (unos 300.000) y Por Ávila ha anunciado que no concurrirá a las elecciones animando al voto en blanco, Soria ¡Ya! ha comunicado su voluntad de presentarse sumando fuerzas con Teruel Existe, Aragón Existe, Cuenca Ahora y un nutrido número de partidos municipalistas españoles, bajo el paraguas de la filosofía de reivindicaciones de la España Vaciada, basada en la denuncia de desigualdades y falta de oportunidades. La circunscripción nacional única de esta cita electoral permite ese planteamiento. Las movilizaciones de agricultores y ganaderos dejan a las claras un agrio descontento que puede atraer votantes a una fórmula transversal de este tipo, que en sus postulados incluye problemas tan acuciantes como las políticas agrarias, la despoblación o la carencia de servicios, comunicaciones e infraestructuras.
Es difícil cohesionar en proyectos compactos a colectivos de áreas geográficas muy alejadas, cuyos retos presentan hondas diferencias, más allá de estas líneas comunes demasiado generales. El objetivo de convergencia que todos reclaman, imparcialmente analizado, no dista igual del parámetro en unos y otros. Si, por ejemplo, Tomás Guitarte, otrora diputado nacional por Teruel Existe, encabeza la coalición, ¿le votarán los castellanos y leoneses, antes de a otros candidatos que mencionen en sus discursos casos concretos de la tierra, aunque vengan respaldados por siglas de partidos nacionales? Interrogantes que, como siempre, despejarán las urnas.
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