Borrar

El faraón y sus migajas

Miércoles, 19 de febrero 2025, 05:30

'No es tiempo de obras faraónicas'. La frase no es mía, la soltó un enérgico ministro de Transportes al poco tiempo de asumir la cartera que incluye el premio gordo: la chequera con la que repartir a discreción las inversiones en infraestructuras. Tiraba entonces Óscar Puente de un acertado discurso prudente al tiempo que justificaba el No es no a muchas de las reivindicaciones territoriales que se encontró encima de la mesa. Pero no está ni mediada la legislatura y esa afirmación ha saltado por los aires con los 253 millones de euros anunciados y aprobados para la reforma de la estación de trenes de Valladolid. Óscar Puente, reencarnado en Ramsés II, se abona al faraonismo con un proyecto que convertirá a la estación Campo Grande en una suerte de sucursal del Santiago Bernabéu.

Si Keops, Kefrén y Micerinos tuvieron sus pirámides, Puente tendrá su megaestación para dejar huella en la ciudad de la que fue alcalde. Al margen de las muchas lecturas políticas que tiene el 'chorrazo' de millones que caen a orillas del Pisuerga, da la sensación de que el ministro firma el cheque para pasearse un día por esas calles, agarrado de la mano de su nieto, y poder levantar la vista y decir: 'Mira, ese edificio lo hizo el abuelo, por eso lleva su nombre'.

Aunque no se le puede negar a Puente la astucia política de la maniobra, que mete presión al alcalde Carnero para que abandone su pretensión de soterrar las vías del tren en Valladolid, los 253 millones escuecen como el vinagre allí donde se están negando, como San Pedro, inversiones menores en sus infraestructuras. Migajas, eso es lo que va a quedar para el resto. Y Salamanca sabe bien a qué sabe ese plato. No es fácilmente justificable que los cuatro años del plazo de ejecución de la faraónica estación pucelana sea menor que el tiempo que está empleando ADIF en acabar con la vergonzosa situación del apeadero de La Alamedilla. Esa pasarela cutre y chapucera que se levantó como un apaño y que durante demasiado tiempo ha sido la tarjeta de presentación de la ciudad para miles de viajeros. No parece que Puente se atreva a venir aquí a inaugurar el nuevo apeadero al que están terminando de maquillar; los faraones sólo se prodigan en grandes ceremonias de éxito certificado.

Esos 253 millones servirían para financiar el 12 % de la reapertura de la Ruta de la Plata que reclama todo el noroeste ibérico. Pero se ve que eso no está en los planes del ministro pucelano. Quizás algún día, cuando el faraón proceda de otras latitudes.

Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lagacetadesalamanca El faraón y sus migajas