¿Que a Vinicius no le han dado el Balón de Oro y el Madrid ha montado en cólera? ¿Que la bragueta de Errejón ha dinamitado a la extrema izquierda española? ¿Que todavía no tienes una foto con el preso Víctor de Aldama como sí puede presumir Pedro Sánchez? Si se dan cuenta, estamos enzarzados en polémicas que apenas nos hacen avanzar. Todo lo contrario. Nos lastran.
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Por eso, lo que ha ocurrido esta mañana en el Centro Internacional del Español de la Universidad de Salamanca viene a purificar de algún modo la actualidad. Porque no es normal reunir en un solo acto al presidente de la Junta de Castilla y León, al presidente de las Cortes regionales, a tres consejeros del Ejecutivo autonómico, a un viceconsejero, a dos directores generales, a un puñado de concejales del Ayuntamiento de Salamanca, a varios alcaldes de los municipios más representativos de la provincia, a diputados provinciales, a representantes de organizaciones empresariales y sindicales, a empresarios que mueven millones de euros y generan empleo... En suma, a medio centenar de personas representativas de nuestra sociedad que han querido pasar una mañana entera buscando ideas con las que favorecer el desarrollo de Salamanca. Ahí es nada.
No lo han hecho por iniciativa propia. No es sencillo abandonar las ocupaciones diarias, sobre todo, cuando se ostentan cargos de gran responsabilidad. Sin embargo, no han puesto pega alguna a la llamada de LA GACETA que, por quinto año consecutivo, ha organizado una iniciativa denominada el Libro Blanco, un foro en el que se analiza la situación de Salamanca y se exploran posibles soluciones a los problemas que acorralan a nuestra provincia.
En esta ocasión, se han celebrado seis mesas redondas en las que se han analizado asuntos relacionados con la agricultura y la ganadería, con los nuevos retos del mercado laboral, con la industria y las infraestructuras, con las oportunidades que ofrece la investigación y la innovación, con la transición energética y con el turismo, uno de los motores económicos más significativo.
No les voy a resumir en estas líneas las jugosas ideas que se han puesto sobre la mesa. Todas ellas aparecerán en ese V Libro Blanco que se remitirá a las administraciones autonómica, provincial y local, y a los representantes de instituciones y empresas implicados en el desarrollo de la provincia. Solo con que una de esas ideas se lleve a la práctica y ayude a la prosperidad de los habitantes de Salamanca habrá merecido la pena el esfuerzo, que les puedo asegurar es mucho y realizado con gusto, por supuesto.
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En ocasiones como esta, uno se siente orgulloso de trabajar en un medio de comunicación como LA GACETA. Porque te das cuenta de que la función de nuestro periódico no es solo informar sobre la actualidad de lo que te rodea. Nuestra empresa se implica también en que le vaya mejor a la comunidad con la que convive. Busca que sus vecinos vivan mejor, que puedan alcanzar sus metas, que consigan hacer realidad sus sueños. Porque un periódico también tiene su parte importante de servicio público. Llevamos cien años saliendo a la calle a diario no solo para informar, sino también para construir una Salamanca mejor. Y en días como hoy, creo que lo conseguimos.
Al término de estas líneas, recibo un wasap de uno de los participantes en la mesa redonda que me ha tocado moderar. Me quería dar una idea que se le había quedado en el tintero y no había podido exponerla durante el transcurso del acto. Esa, desde luego, es la actitud si queremos progresar.
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