Secciones
Destacamos
Hay que ver lo que les cunde a algunos el tiempo. Es lo que le pasa, por ejemplo, a nuestro presidente del Gobierno. «Un mákina», que diría David Bisbal. No ha terminado de negociar con Sumar, Junts, ERC PNV, Bildu, BNG y Coalición Canaria para formar un Gobierno en tiempo récord y ya anuncia que saca un nuevo libro. No ha acabado de hacer el ridículo por tierras israelíes y ya siente la imperiosa necesidad de contarnos cómo ha vivido estos últimos años. No ha rematado casi la elección de los veintidós largos ministerios y ya tenemos aquí el anuncio de un volumen que bien podríamos regalar en Navidad al «cuñao» que nos amarga las celebraciones de estas fechas.
Suena a chiste, pero la autobiografía se titula «Tierra firme». Como el gobierno que acaba de conformar. Y la editorial ya se ha encargado de ofrecer algunas pistas para ver si pica algún incauto. Por ejemplo, que arranca por el final, es decir, contando la noche del 23J de este año, cuando parecía que iba a abandonar La Moncloa y luego se dio cuenta de que no iba a ser así. De que dinamitando la división de poderes y agachando la cabeza ante un prófugo de la Justicia podría continuar durmiendo en aquel colchón de matrimonio que cambió nada más llegar al palacio donde descansan los presidentes de gobierno españoles.
La verdad es que Pedro Sánchez asombra. El único mandamás patrio al que el poder no le genera ojeras, puede en estos años lidiar con la peor pandemia que recordamos, hacer frente a las consecuencias de la guerra en Ucrania, saltar por encima de una inflación galopante, sacar adelante la crisis del volcán de la isla de La Palma, soltar a violadores antes de tiempo sin despeinarse al poner en marcha una ley que todos conocemos... y encima escribir un libro.
Con tal ajetreo habrá que perdonarle si comete algún gazapo como el que se le deslizó en su primera incursión en la escritura, «Manual de resistencia», cuando dijo aquello de «me acordé de San Juan de la Cruz en Salamanca: «como decíamos ayer...». Claro, desde aquel día algunos empezamos a comprender que Salamanca no iba a estar en su agenda de prioridades. Que Fray Luis de León le disculpe. Los electores por aquí parece que no.
Para abrir boca, la editorial ha dado a conocer el prólogo de las 384 páginas que podrán comprarse a partir del próximo lunes. Y también algún avance de su contenido. Quizá lo más sorprendente es el título, con el que quiere reflejar hacia dónde va nuestro país gracias a su denodado esfuerzo, a «pasar de la resistencia a esa tierra firme que España alcanzará cuando culminen todas las transformaciones ya en marcha». No es broma. Así lo venden.
Y luego vemos al presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, enviarle una carta para recordarle los deberes que debe cumplir con Salamanca. Que si el enlace de las autovías a la altura del barrio de Buenos Aires, que si la recuperación de los Alvia a Madrid que teníamos antes del covid, que si la reapertura ferroviaria de la Ruta de la Plata, que si la puesta en marcha de la Unidad de Custodia Hospitalaria en el nuevo Hospital de Salamanca, que si la mejora del Museo y del Depósito del Centro Documental de la Memoria Histórica... Y, claro no tiene tiempo para leerla. Está escribiendo libros.
Un último consejo. Aunque los 42.000 euros que cosechó en beneficios de su «Manual de resistencia» fueron a parar a la Obra Social Nur, ahórrense los casi veintidós «lereles» que costará la criatura y empléenlos en cosas más útiles. Anda que no hay oenegés a las que dedicar el dinero sin pasar por las manos de este maestro de trileros.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.