Nos toman por tontos

La mentira, el oscurantismo y la falta de transparencia son señas de identidad del Gobierno de Sánchez. Todo esto que parecen palabras gruesas y críticas políticas propias de la oposición es lo que estamos sufriendo los salmantinos, especialmente aquellos que viven en el barrio de Puente Ladrillo.

Hay que tener la cara muy dura para poner en marcha un proyecto como el del centro de inmigrantes sin decir ni una sola palabra a los vecinos, sin buscar el consenso con las administraciones y sin explicar qué, cuándo y para qué se hace. Si de verdad en el Gobierno creen que el proyecto es tan bueno para la ciudad lo mejor que pueden hacer es venderlo a bombo y platillo como por ejemplo han hecho con la estación de tren de Valladolid. Los salmantinos somos solidarios y ahí estaremos para echar una mano, pero en condiciones óptimas. No es de recibo que en el mismo centro residencial en el que no se podía atender a más de un centenar de ancianos sí se puedan hacinar más de 400 inmigrantes. ¿Un inmigrante puede vivir en diferentes condiciones que uno que no lo es? Puente Ladrillo si por algo se caracteriza es por ser un barrio acogedor, y así lo seguirá siendo, pero no puede estar sometido al ninguneo y al desprecio de los gobernantes. Habría que explicarles quién fue el padre Romo, su legado y la labor realizada durante décadas.

Los errores del Gobierno con esta iniciativa son mayúsculos. Además de los desplantes al barrio se actúa con soberbia al poner en marcha unas obras para las que ni siquiera tiene licencia y con el desconocimiento de que la legislación les obliga a que como máximo puedan acoger a un tercio de la cifra de personas que se mantiene en el proyecto del Gobierno.

Para un socialista salmantino defender los desmanes del Gobierno de España con esta provincia se hace cada día más complicado. Recuerdo los sapos que ha tenido que tragarse Luis Tudanca para ver cómo le cortan a cabeza y me imagino a los autóctonos charros de idéntica manera y no se lo merecen. Estaría mal que ellos no tuvieran noticia de que el Gobierno iba a poner en marcha este centro de inmigrantes, pero mucho peor sería que lo supieran y se lo hubieran callado. Ahora el socialismo local dice que no está decidido a qué dedicará el centro, pero en Ferraz, y así lo dice el proyecto que ha sacado a la luz Carlos Rincón en LA GACETA, reconocen que se trata de un espacio para acoger a inmigrantes, de hecho las obras las hace Tragsa a través de la Secretaría de Estado de Inmigraciones. ¿Quién en su sano juicio se cree las palabras del delegado del Gobierno ayer en Salamanca cuando el propio Ejecutivo ha confirmado que está en la red de acogida de inmigrantes?

Esta de Puente Ladrillo es una fechoría más del sanchismo con Salamanca. Esta provincia no merece tanto maltrato y tan pocas inversiones. El alcalde utiliza cualquier comparecencia de prensa para relatar como un papagayo una serie de incumplimientos de Moncloa con esta tierra, y a pesar de que puede resultar cansino tiene toda la razón. Duele ver cómo el ministro Puente destina cantidades ingentes de dinero a Valladolid para la nueva estación de tren y aquí es incapaz de ponernos una frecuencia más de tren rápido con Madrid. Me encantaría saber qué diría el propio ministro de Transportes y los socialistas de la Comunidad si Fernández Mañueco anunciara proyectos multimillonarios para Salamanca dejando de lado al resto de provincias de Castilla y León. Parece que todo el mundo barre para su casa menos el presidente de la Junta que quiere ir de legal y no nos va a dejar un gran proyecto como legado.