Al final acaban con el turismo

El Gobierno, en su afán por controlar absolutamente todo, ha puesto en marcha una ley que o cambian o terminará acabando con uno de los sectores que da fortaleza a la economía española y especialmente a la salmantina, el turismo. No es de recibo que para alojarte en un hotel tengas que dar explicaciones absolutamente de todo. El DNI de los huéspedes y los datos de una tarjeta de crédito son aval de seguridad más que suficiente para controlar las personas que se encuentran en cada establecimiento. Al turista español, en general, no le va a incomodar ofrecer muchos detalles durante su estancia, pero el extranjero tiende a sospechar de que tanto dato personal puede ser utilizado en cualquier estafa o engaño. Son reacios a dar más información como es lógico. Si la norma no convence al cliente menos aún lo hace con el sector hotelero. Los pequeños establecimientos van a ver cómo se les carga de trabajo y se les obliga incluso a incrementar la plantilla en un momento complicado, en el que muchos no pueden repercutir ese sobrecoste en el precio de las reservas. La aplicación de la norma es sobrecoste error.