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Opinión

Puente, ¿fue usted?

No amenacen a los que, siendo de izquierdas, tienen el sentido común de reclamar mejoras en el servicio ferroviario

Miércoles, 10 de abril 2024, 06:00

Vuelvo al tren porque es una vergüenza lo que está ocurriendo en Salamanca en el capítulo ferroviario. Vuelvo al tren porque el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible se dedica a mofarse de nosotros como se mofan los independentistas catalanes del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El presidente catalán y cabeza de lista de ERC para las elecciones autonómicas, Pedro Aragonés, echó mano el lunes de ironía zafia en el Senado y aseguró que el referéndum y la financiación singular para esa comunidad autónoma llegarán «más tarde o más pronto. Serán inevitables», dijo, «igual que de un día para otro, la amnistía ha dejado de ser inconstitucional e imposible». Clara burla al señor Sánchez que un día dice una cosa y al otro es capaz de defender con vehemencia la contraria sin sentir la más mínima vergüenza o pudor.

Hasta sus socios, que no paran de pedir y pedir en detrimento del resto, se dan cuenta de que, aunque les favorezca, lo de este presidente es poco serio.

Pero que vapuleen, se burlen o ridiculicen al presidente sus socios no le da derecho a que él y sus lacayos los ministros abusen de los que soportamos sus desmanes por mor de que don Pedro continúe unos minutos más en el Palacio de La Moncloa dedicándose vaya usted a saber a qué.

Recibir maltrato por parte de sus compinches en el Gobierno no puede suponer que esa impotencia o abusos que le producen sean trasladados a los que menos nos quejamos y a los que más soportamos. Y lo peor de todo es que los agravios los sufrimos ante el silencio cómplice de los representantes del PSOE en Salamanca. Ahora mismo, en esta provincia, no hay otra reivindicación más importante que pedir un tren en condiciones que nos acerque a la capital de España y no nos reste oportunidades de progreso, porque debemos ser de las pocas capitales de provincia aisladas por Alta Velocidad. De Castilla y León, desde luego, creo que solo quedan Ávila, Soria y por supuesto, Salamanca.

Poco más hay que decir, señor Puente, ante el hecho de que a los salmantinos se nos niegue el pan y la sal. Ya está bien de que seamos los paganos de las risotadas y las burlas encarnizadas que reciben de sus socios independentistas, que nunca tendrán límites en pedir sin importarles que el resto de España se quede sin nada.

Ya no hay quien se crea que no hay más frecuencias del Alvia porque los trenes Avril no llegan a Galicia, ya no hay quien se trague que cada día tardemos más en hacer el trayecto entre Salamanca y Madrid con el tren rápido, que casi tarda ya lo mismo que el lento. Hacen falta inversiones, porque desde que se inauguró la electrificación entre Medina y Salamanca, allá por el 2015, no se ha destinado ni un euro para mejorar el servicio.

Señor Puente, dé la cara al menos y haga algo, porque Salamanca está perdiendo oportunidades cada día que usted nos priva de la posibilidad de mejorar el ferrocarril y la conexión con Madrid.

Y no amenacen a los que, siendo de izquierdas, tienen el sentido común de reclamar mejoras en el servicio ferroviario. Ya sabemos cómo se las gastan ustedes, que coaccionan a quienes osan reivindicar mejores conexiones con Madrid o realizan llamadas amenazantes a algunos de los que protagonizaron la manifestación multitudinaria del pasado 21 de enero en la Plaza Mayor.

Cada vez entiendo más su obsesión con Franco. En el fondo son ustedes unos nostálgicos de las formas y maneras de las dictaduras, de lo contrario hubieran pasado ya página, que ya nos aburren unos y otros.

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