Para este viaje no se necesitan … solo es necesario ser un sinvergüenza, un delincuente o un prófugo de la justicia.

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Pero la culpa no es del huido, ¡qué valiente! La responsabilidad absoluta es del «indecente» de Pedro Sánchez -espero que nadie se lleve las manos a la cabeza por utilizar un insulto que usó él para referirse a Rajoy en un debate electoral allá por el 2015-.

Feijóo no tenía otra alternativa que cumplir con el mandato del rey e intentar una investidura que ya da por fallida el propio Partido Popular, aunque no será hasta finales de mes, concretamente el 26 y 27, cuando se haga oficial y salte a escena Pedro Sánchez, el salvador de prófugos, delincuentes, asaltadores de la Constitución, cuatreros o amigos de terrorista.

Todos sabíamos, desde el mismo 23 de julio por la noche, que el único que tenía motivos para celebrar el resultado de las urnas, aunque hubiera perdido, era Pedro Sánchez y el PSOE. Se entiende perfectamente el alborozo desmedido, un poco alocado e impúdico de la ministra en funciones María Jesús Montero en el escenario, casi improvisado, de la calle Ferraz la noche electoral.

Lo fundamental no es quien gane las elecciones, lo importante es quien consiga formar gobierno, aunque no a toda costa, como hará Sánchez con el silencio cómplice de todo el PSOE.

Lo que hizo Sánchez en la ronda de contactos con el rey fue ganar tiempo. Le dijo a Felipe VI que no tenía los apoyos para ir vistiendo el atropello legal que va a perpetrar.

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«O elecciones o autodeterminación», le ha dicho el fugado al señor Sánchez, al que tiene sometido. Pues ya saben la respuesta. Pero lo peor no es que lo tenga acogotado a él, sino que nos va a subyugar al resto de españoles, porque a partir de ahora se hará lo que diga un prófugo de la justicia. El presidente del Gobierno está vistiendo el muñeco para que nos vayamos acostumbrando a los asaltos a la legalidad establecida.

Ya le puede advertir Felipe González, que hace tiempo que ha dejado de ser una voz autorizada para el sanchismo. Ha dicho que le costó votarlo y le ha recordado que en la Constitución no caben ni la amnistía ni la autodeterminación que están pidiendo los golpistas a cambio de un puñado de votos determinantes para que prospere su investidura y siga en La Moncloa. Pero habrá amnistía y autodeterminación.

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Los fiscales también han tenido que salir al paso de las declaraciones del fugado y le han dicho que no le puede exigir al Gobierno, es decir a Sánchez, que ordene a la Fiscalía abandonar la vía judicial contra el independentismo catalán porque no manda sobre ella. Pero, ¿no fue el señor presidente del Gobierno el que públicamente aseguró que la Fiscalía General del Estado dependía de él?, vamos que se hacía lo que él dijera. En 2019 hizo esta aseveración para prometer en campaña electoral que traería a Puigdemont de regreso a España para ser juzgado por sedición y malversación de fondos. No solo no lo trajo, sino que ahora lo quiere elevar a la categoría de héroe. Volverá a manosear la Fiscalía para dejar impune al delincuente y además, garantizarle un referéndum.

«¿La Fiscalía de quién depende? ¿De quién depende?, pues eso» .

No me extraña que los fiscales se rebelen, pero deberían hacerlo contra Pedro Sánchez, por la utilización torticera y vergonzosa de las instituciones.

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Lo dicho, para este viaje... nos podríamos haber ahorrado un par de meses de inacción gubernamental y de vacío absoluto. Y de sueldo de ministros parásitos, aunque es posible que lo que venga sea mucho peor que lo que hemos sufrido.

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