Begoña Gómez seguramente será honesta, pero parecerlo… ya es otro cantar. Ella debería ser como la mujer del César y, por lo que hemos conocido de las famosas cartas de recomendación, no lo parece tanto. ¿Ignorancia?, pues no lo sé, pero es difícil creer que la mujer de un presidente de Gobierno solicita el favor para una persona o empresa y lo hace a título personal y no como mujer del primer ministro de España.

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¿Quién es Begoña Gómez? Yo misma hasta que no la han investigado, antes imputado, desconocía el apellido de la señora de Sánchez. Por muy machista que le parezca a un sector, la realidad es tozuda y si por algo valen las cartas de recomendación de Begoña Gómez es porque es la mujer de Pedro, el presidente. Y, por tanto, las misivas tienen poder de influir en las personas a las que van dirigidas.

La señora de Sánchez no tiene ningún poder de influencia sin su maridín. Lo siento por todas las feministas de pacotilla que la suelen acompañar en las manifestaciones, pero eso es así. Nadie habría tenido en cuenta a una tal Begoña Gómez si no fuera la mujer que comparte techo con el inquilino del palacio de La Moncloa.

Begoña Gómez posiblemente salga absuelta de los delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios por los que está investigada y por los que la ha llamado a declarar el juez, a pesar de las presiones, el próximo 5 de julio. Pero de lo que no hay ninguna duda, y eso es reconocido por cualquier socialista que no sea fanático sanchista, es que lo que ha hecho es feo, huele mal y puede ser honesta, pero con sus actuaciones no lo parece.

Y pasa lo mismo con el que fuera asesor, escolta y compañero de juergas del exministro de Fomento ¿O es que alguien cree que un recién llegado al mundo del comercio de productos sanitarios, como Koldo, tiene dotes para vender mascarillas de pésima calidad a todas las administraciones públicas que, casualmente, estaban gobernadas por el PSOE? No, hombre no.

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El exasesor y amigo del todopoderoso José Luis Ábalos ha demostrado ser un vividor y para eso no se necesita ningún título académico ni experiencia profesional. Es difícil pensar también que actuó solo, pero eso lo dirán los jueces. Koldo era todo para Ábalos y Ábalos ejercía como mano derecha o izquierda de Pedro Sánchez.

El exministro caído en desgracia fue en su día el principal valedor de Pedro Sánchez, como ahora lo es el vallisoletano Óscar Puente. Fue el elegido por Sánchez para dirigir la moción de censura que acabó con el gobierno de Mariano Rajoy. Sánchez sabe mucho de fango porque entonces puso la máquina del fango a trabajar y acabó por ocupar la Presidencia del Gobierno que las urnas le habían negado. Habla con conocimiento de causa.

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A partir de ahí, sobrevive a base de desgobierno, mentiras, utiliza a los suyos y cuando dejan de servirle para sus fines, los aniquila. Ahhh! y escribe cartas de amor. Eso es lo que mejor se le da. Ayer a media tarde nos sorprendió con la última, que comenzaba así: «Mi esposa y yo…» como si fuera «su majestad».

Este matrimonio es muy aficionado a escribir cartas y las van a acabar poniendo de moda ahora que ya estaban en desuso. Y como han arruinado Correos las envían a través de la red social «X».

Novedades, además de volver a culpar del «zafio montaje» al juez, al PP y a su aliado Santiago Abascal, ninguna. Explicaciones, si es lo que esperaban, tampoco. La única verdad que ha dicho, y no esperábamos otra cosas, es que no se va, que se queda y que tampoco se coge otros 5 días, de momento.

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