Tras el 40 de mayo

Y llegó el verano, como llega todo en esta vida, aunque el campo está con esa primavera que reverdece valles, con las flores efímeras que aún luchan por no ser meras briznas secas de la tierra, gracias a las lluvias de la primera quincena de junio y esas temperaturas suaves que hemos tenido. ¡Tenemos un campo en Salamanca, que ya lo desearían en muchas partes! Haber podido mantener el ecosistema de la dehesa charra, es un milagro de los tiempos. Muchos espacios de la Península Ibérica perdieron ecosistemas parecidos por procesos de transformación hacia tierras de cultivo, precipitándose la desertificación y dando como resultado el abandono de los campos, desembocando en la tan temida y problemática despoblación. Los charros, con ese amor infinito a su terruño, a su ganado, consiguieron mantener una forma de entender y vivir la relación entre el hombre, la tierra y la ganadería, única. Nuestra cabaña es una de las más importantes, no sólo de la comunidad, sino del territorio nacional. La radiografía que deja la última encuesta del Ministerio de Agricultura, presenta a la provincia salmantina como líder en ganado vacuno de España, por delante de Cáceres. En Salamanca el censo es de 585.974 cabezas de vacuno, en la provincia extremeña son 544.871 y le sigue Lugo, con 455.197. Salamanca tiene más ganado vacuno que todas las comunidades (por ejemplo que las provincias de Andalucía o Cataluña juntas) con la excepción de Galicia y Extremadura.

A pesar de este liderazgo, el dato del censo de vacuno de noviembre de 2022 es el más bajo de ese mes desde 2018. Estos datos nos los daba nuestro periódico LA GACETA, hace escasos meses. Este ojo que observa se pregunta ¿qué está pasando para que nuestra cabaña de vacuno esté en descenso? Desgraciadamente el análisis sincero no queda exento de una explicación política. La fuerza de nuestra provincia es el sector primario que fatalmente está siendo atacado de continuo, con medidas brutales, que hacen que muchos ganaderos tiren la toalla y cierren sus explotaciones.

Les aseguro que cuando un padre reniega continuamente de su profesión, es harto complicado que sus hijos la continúen. Manejar nuestras cabezas de ganado es difícil, peligroso y si no está reconocido y cada vez hay menos sustitución y no salen los números y… Un sistema económico como el nuestro, debe ser apoyado, valorado y reconocido por las administraciones públicas, pero por todas. El 155 que nos han aplicado hace nada, es inaceptable. Lo que se pretende es pegar un tiro político, desde el gobierno central, a la línea de flotación de nuestras mayorías políticas en Salamanca y por ende en nuestra CCAA atacando a nuestra principal riqueza. Nuestro poder económico está en el extensivo y deberíamos luchar, como en Fuenteovejuna, todos a una y defender con uñas y dientes algo que tenemos en Salamanca que es la joya de la corona de la ganadería nacional.